Aumentan un 70% los accidentes laborales de tráfico en la última década en Córdoba

Los accidentes laborales en general y los laborales de tráfico en particular no dejan de crecer en Córdoba. Durante el último año se produjeron en toda la provincia un total de 8.459 accidentes laborales, en el 10% de ellos se conducía un vehículo. En tan sólo una década este tipo de baja ha aumentado un 70% en la provincia, según un informe de la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial. Los accidentes de tráfico suponen ya el 10% de la siniestralidad total en el entorno laboral y son más de 800 los trabajadores accidentados al año.

Estos accidentes se producen mayoritariamente ‘in itinere’, donde los cordobseses copan el 70% de las bajas por accidente que suelen producirse entre las 7-9 de la mañana, las 14-16 horas y las 18-20 horas. El resto por desplazamiento. El primero de ellos tiene lugar durante el trayecto de ida o vuelta de la residencia del empleado al lugar de trabajo, y el segundo para atender funciones propias de su puesto ( repartir mercancía, cobro en bancos, entrega de paquetería…).

¿Por qué se dan de baja?

Por suerte, el 98% de las bajas laborales por accidente de tráfico son leves y sólo el 2% graves o mortales. Según este misma entidad, el 44.5% de las causas de la baja es por esguinces cervicales o dislocaciones (un problema debido a un accidente por alcance tanto trasero, frontal o lateral), el 27.6% de las bajas es por heridas o lesiones superficiales y el 8.6% por fracturas óseas.

Causas

Según el director del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Córdoba, José Antonio Leiva, este aumento puede deberse a:

Vehículos: Aunque los vehículos modernos son más seguros, « la tecnología integrada, como los sistemas GPS y los dispositivos multimedia, puede causar distracciones si no se utilizan adecuadamente».

Infraestructuras: «No todas las vías están equipadas para manejar volúmenes de tráfico elevados o nuevas formas de movilidad de manera segura. La falta de infraestructuras adecuadas para peatones y ciclistas aumenta el riesgo de accidentes y dificulta la reducción del uso del automóvil privado».

Entorno: «El desarrollo urbano ha resultado en una dispersión de la población lejos de los centros de trabajo y de la ciudad. Esta situación obliga a las personas a realizar desplazamientos más largos, lo que reduce su bienestar y aumenta la dependencia del vehículo privado para acceder al trabajo».

Además, confirma que la globalización y la deslocalización de las producciones « implica un aumento en los desplazamientos de mercancías y personas», pero sobre todo hay que destacar «el factor humano. En la mayoría de los accidentes, las acciones humanas son determinantes».

Más concienciación

Tanto por parte de las empresas como de los particulares, es mandatorio más educación vial, buenas prácticas y concienciación sobre los efectos de un accidente de tráfico. El director del centro invita a «sensibilizar sobre seguridad vial» como «crucial para reducir la siniestralidad laboral, pero también hay que apelar a la responsabilidad en el ámbito laboral».

Pero, invita a preguntarse «¿Son las condiciones de trabajo que derivan de la conducción de un vehículo, mientras se realiza una actividad por cuenta de un empresario, distintas a las generales de otras actividades o están acaso excluidas por el legislador, en razón a su especialidad, de la aplicación de la norma de PRL?». «El legislador asume que cualquier característica de las condiciones de trabajo puede generar un riesgo laboral y, sobre todas ellas, responsabiliza al empresario con su deber de garantizar la seguridad y salud de sus trabajadores. El empresario debe seleccionar correctamente al trabajador que va a encomendar la actividad concreta en el puesto de trabajo de conductor de vehículo, previamente evaluado y con una serie de medidas preventivas», finaliza.

Cómo reducir los accidentes

El experto ve necesarios « planes estratégicos de seguridad vial, que incluyan acciones de sensibilización, actuaciones sobre las infraestructuras, mejoras en la fabricación de los vehículos, y la adaptación de los marcos legislativos» , así como otras acciones más cercanas como « reducir el uso del vehículo privado y favorecer medios de transporte colectivos, ajustar los horarios para evitar las horas pico de tráfico, equilibrar la vida laboral y personal, reduciendo el estrés en la conducción y actualizar las habilidades de conducción de los trabajadores».