Edificio en construcción Córdoba

Edificio en construcción CórdobaImagen de archivo

El cambio de la normativa para construir más de seis plantas no será ni rápido ni fácil

Luis García de Viguera y Rafael Castelló oponen sobre el nuevo debate urbanístico en Córdoba

Aunque hay una corriente mayoritaria favorable al cambio normativo que permita construir más de seis plantas en Córdoba, arquitectos consultados por La Voz de Córdoba han coincidido en señalar que es fundamental el consenso, tanto para fijar con precisión las zonas en que se aplicaría como para hacer que la norma sea duradera en el tiempo. El proceso tampoco sería rápido, ya que el Ayuntamiento ha mostrado su intención de escuchar a todas las partes implicadas.

La patronal Construcor, a través de su presidenta, María Dolores Jiménez, lanzaba este lunes su petición de aumentar la edificabilidad en la capital e, inmediatamente, el alcalde, José María Bellido, aceptaba la propuesta. A partir de ahí se ha generado un debate técnico, social y ciudadano en el que mayoritariamente se muestra a favor, aunque, eso sí, limitando la mayor altura a las zonas de expansión de la capital para que no afecte a la ciudad consolidada.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba se reunió en la mañana de ayer y, entre otras cuestiones, abordó este asunto. Su presidente, Juan Eusebio Benito, ha explicado al respecto que «el Colegio no tiene nada que objetar porque está perfectamente definido en el PGOU», por lo que aquellos edificios que vayan a superar la altura prevista «serían innovaciones parciales, pero dentro de la normativa del PGOU».

Los precedentes

Hasta la aprobación del PGOU de 2002 había construcciones singulares que superaban la altura estándar de la ciudad, como es el caso del Hospital Provincial o del edificio conocido como el de los Ministerios, donde, curiosamente, en la última planta estuvo muchos años la Delegación de Obras Públicas de la Junta, encargada de velar por el cumplimiento urbanístico.

PERI de Fuente de la Salud

PERI de Fuente de la SaludLa Voz

En tiempos más recientes se ha vuelto a rebasar esta altura en la Torre del Agua con 14 plantas, de Rafael Castelló, y en el PERI Chi-2, en Fuente de la Salud, donde Luis García de Viguera llegó a las 10 plantas, quien explica que «no ha pasado nada, nadie se ha extrañado ni se ha dado cuenta» y por el que recibió el XVI Premio Félix Hernández en su modalidad de intervención en el espacio urbano.

El caso de la Torre del Agua es diferente. Castelló, quien lamenta que Prasa no construyera el Ojo del Califa, de Carlos Ferrater, con 13 plantas en el solar del viejo Meliá, detalla que su proyecto se hizo «para ahí y sólo ahí» debido a la singularidad del emplazamiento, donde «la glorieta Amadora es el centro de todo el crecimiento del PGOU, de la ciudad moderna».

La Torre del Agua, en construcción

La Torre del Agua, en construcciónLa Voz

Ambos ejemplos han sido posibles gracias a innovaciones puntuales, una técnica que defiende Juan Eusebio Benito siempre «dentro de la normativa del PGOU», que no es el caso de lo que propone ahora la patronal cordobesa de la construcción.

Necesidad de debate

Tanto García de Viguera como Castelló son partidarios de abrir el debate sobre las alturas en una ciudad que hasta ahora ha sido muy celosa de que no se quebrara su 'skyline'. El primero de ellos afirma que «no pasa nada» por irse a ocho, nueve o diez alturas porque «no es cuestión de irse muy alto» y que se haga en la zona de expansión de la ciudad. Añade que el debate ahora planteado busca «sacar más rentabilidad y eso significa incrementar el índice de edificabilidad de los sectores».

Castelló, por su parte, reconoce que éste «es un debate sensible que conviene abrir, porque no de forma generalizada, sino en los sitios que no tengan tensiones generales, artísticas o históricas, lo veo bien como concepto».

Las construcciones de los últimos años en Córdoba se caracterizan por «una edificabilidad muy bajita», según García de Viguera, y habría que aprovechar la oportunidad de nuevos suelos. Para ello pone el ejemplo del ensanche de Huelva, sobre los terrenos de la antigua estación ferroviaria. Ahí hay edificios de hasta 15 plantas «y no está tan mal».

Algo que rechaza García de Viguera es vincular el aumento de la edificabilidad a una bajada del precio de la vivienda, ya que esto se logra «de otra manera». Propone que «hay que tener suelos más baratos, que el planeamiento se mueva y sea más rápido, porque uno lo compra, paga intereses y cuando pasan ocho años te repercute por todos lados».

Las zonas verdes y los servicios públicos

Rafael Castelló enumera las ventajas de una ciudad con más altura en que «se compacta más, no es tan difusa y es sostenible». Si se reducen los espacios y las distancias es menos gravosa la prestación de determinados servicios públicos, como la recogida de basura, el transporte urbano o los abastecimientos.

Por último, el aumento de edificabilidad que propone Construcor conlleva también un incremento en las zonas verdes y en los equipamientos. «Tener más altura en los edificios supone que la huella que ocupan en planta es menor y esto conlleva mayores espacios verdes y es bueno para los ciudadanos y el medio ambiente», aporta Castelló.

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