'La Trama del Mencal', de Francisco del Valle

La primogénita de los Rufino se llama María Francisca y es una chica de una enorme belleza. La escritura de Francisco del Valle así la retrata. Luce los cármenes del Albaicín junto a versos de Ángel Ganivet y evocaciones de Pedro Antonio de Alarcón e incluso del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz. Se disfrutan muchos pasajes situados en Guadix. Además se entrevé alguna referencia a la Catedral de Córdoba.

Las prensas de la editorial Dauro acaban de alumbrar una novela histórica ambientada en Granada, en su provincia e incluso en Cuba y Estados Unidos. En estos escenarios transcurre este relato basado en los terribles hechos ocurridos en la localidad granadina de Pedro Martínez: la violación de María Francisca, el 18 de mayo de 1904, con un estilete y la muerte de la chica días después, desangrada.

Por si esto fuera poco, las consecuencias son pavorosas: la familia decide recluirse en su casa, en el número 13 de la calle Cuna de Pedro Martínez, viviendo así un confinamiento de por vida. Como señala el autor en el «Prólogo», estos hechos «han poblado las mentes de todos los habitantes de Pedro Martínez durante varias generaciones». Don Juan Miguel deja de asistir a la Santa Misa y ya no va al Casino.

El violador es juzgado y condenado a cadena perpetua, pero burla a la policía y se marcha a Cuba, la Habana, Pinar del Río y finalmente a Miami, donde se nacionaliza ciudadano americano y con ello queda fuera del alcance de las fuerzas de seguridad españolas. El violador huido adquiere una nueva vida como ciudadano americano y se pasea por España y por Europa ajeno a las solicitudes de la Justicia española precisamente porque es un ciudadano americano.

A lo largo de la novela se leen varias violaciones (algunas judicializadas parcialmente) y el enfrentamiento que, verbigracia, protagonizan las mujeres de la alta sociedad frente a sus maridos (emulando a los griegos) y apoyadas curiosamente por el arcipreste de la localidad.

Estamos ante un texto de 529 páginas. Recrea la vida española de finales del siglo XIX y parte del XX desde el punto de vista político (hay un paralelismo extraordinario con la actualidad), religioso (también hay cierto paralelismo con nuestra actualidad, el Papa León XIII se asemejaría al Papa Francisco), social (una violencia extrema encarnada en los anarquistas, diferente a la del siglo XXI que es más verbal), económica, geográfica, urbanística, municipal, etcétera.

El mundo de la justicia tiene una importancia capital en los entresijos de la obra. Por los capítulos de La Trama del Mencal desfila la Policía Nacional, la Benemérita. Hay controles, persecuciones, búsquedas o están los juzgados. Incluso asistimos a la viva celebración de un juicio.

Esta terrorífica historia, que ocurrió en el mencionado pueblo del cerro Mencal, en la comarca de Los Montes (Guadix), ha llamado tanto la atención que ha sido motivo de una tesis doctoral por una estudiosa de la Universidad de Harvard.

Francisco del Valle, a quien conocí en mis años de bachiller cuando él impartía clases de francés, estudió Filosofía y Letras en París donde vivió la Revolución de Mayo del 68 que recrea en la novela Elisa. El entorno donde transcurre su vida, en la villa cervantina de Castro del Río, trenza los cuadernillos de otra novela titulada La identidad perdida.

De su labor académica voy a destacar su vertiente cervantista que le llevó a participar en el Congreso Cervantino de 1994 y que, posteriormente, daría más frutos en su novela Cervantes, doncel del sur. Asimismo es reseñable el Congreso de Narrativa Andaluza que organizó hacia 1996 en el que participaron escritores de la altura de Arturo Pérez Reverte, José M. Caballero Bonald y Francisco Ayala