Foro Economía & Empresa de Asfaco
Javier Campos: « El liderazgo se reduce al ejemplo»
El hostelero y empresario participa en el Foro Economía & Sociedad que organiza Asfaco y repasa su trayectoria profesional y personal
El Foro Economía & Sociedad que organiza Asfaco, la Asociación de Empresas Fabricantes y Servicios, ha contado en este mes de noviembre con el empresario y hostelero Javier Campos, propietario y gerente de La Ermita de la Candelaria, servicio de catering y restaurante.
Campos ha sido presentado y entrevistado por el periodista Paco Bocero, que ha destacado del hostelero dos palabras que le definen y se encuentran en una misma frase referida a él: «empresario» y «excelencia». El periodista ha dicho de Javier Campos que es «conocido» y sobre todo «reconocido», algo nada fácil en una ciudad particularmente áspera y escasamente cariñosa con los suyos como es la capital cordobesa.
Javier Campos comenzó su intervención reconociendo que ha tenido que vencer la timidez y sobre todo la modestia para acudir a un foro de empresarios, el de Asfaco «por si puedo aportar algo aquí», y lo que ha aportado el hostelero ha sido un valiosísimo testimonio de entrega, humildad, servicio y pasión por el trabajo, un trabajo que para Campos es «la propia vida».
De este modo, ha recordado sus orígenes, rememorando la importancia y la impronta de su padre y su tío Paco en los primeros tiempos de Bodegas Campos, familiares con los que mamó que «la cultura, las formas, la educación y las tradiciones son el alma de esto».
De los dorados años de Bodegas Campos, convertido en un referente de la gastronomía y las celebraciones, a los tiempos complicados debidos a una inversión realizada en un mal momento, 2009, cuando la crisis, y más para un negocio - Torre de la Barca- centrado en celebraciones y catering. «Nos equivocamos», reconoce Campos, pero lo cuenta no como un fracaso, sino hablando de ello como una muesca del rifle necesaria en la carrera de todo empresario. Una trayectoria que aún le deparaba peores momentos, cuando años más tarde se vio obligado a abandonar su casa - su vida- en Bodegas Campos al no aceptar un puesto de presidente no ejecutivo, él que es hombre de los que no paran.
Casi en estado de shock y sin un horizonte claro, Campos ha contado como cogió a su mujer y a sus hijos y se fueron para Málaga «en un coche pequeño, como la huida a Egipto». En Málaga, en El Pimpi, en el establecimiento de su tío Paco, Javier confiesa haber encontrado «una lección de humildad absoluta», que se vio recompensada cuando algún tiempo más tarde Federico Roca, entonces presidente del Real Círculo de la Amistad de Córdoba, acudió a su rescate, del que salió beneficiado profesionalmente Javier y sobre todo el Círculo. Nuevas maneras de gestionar, de dirigir equipos y de hacerlo desde una institución centenaria. Hasta que la vocación le obligó a dar otro paso en el camino.
Javier Campos, hostelero
«Salir de Córdoba fue una lección de humildad y regresar, encontrarme con el cariño de mucha gente»
«No tenía un duro cuando abrí La Candelaria», reconoce ante el público numeroso que se ha dado cita en el hotel Eurostar Palace de Córdoba. La que había sido casa familiar en el corazón - uno de ellos- del casco histórico y patrimonial se convirtió así en un restaurante y en la marca de su empresa de catering para un Javier Campos que confiesa que él, fundamentalmente, es «camarero de banquete». «Los restaurantes me dan mucho miedo». Quién lo diría.
El turismo y la escuela de hostelería
Preguntado por la situación turística, Campos se muestra en contra del 'turismo cuantitativo' para una ciudad sobrada de circuitos que meten prisa al visitante y no lo dejan dormir aquí. Riñe con elegancia a los políticos presentes - el presidente de la Diputación, el delegado del Gobierno- y les dice que se equivocan al apostar por los cruceros que traen turistas desde el puerto de mar. Lo de Campos, según explica, es el cuidado de lo que denomina 'turismo humanista' y pide a los responsables de la administración «coordinación y sentido común». Él, que tuvo su momento político-administrativo en el fallido Consorcio de Turismo, cuando Rosa Aguilar, y del que se marchó porque «sus ritmos no eran los míos», explica con una diplomacia más británica que de la Axerquía cordobesa.
Javier Campos ha reivindicado en el foro empresarial la creación - de nuevo- de una escuela de hostelería, y ha defendido la labor social y laboral que desempeñó la anterior escuela, además de la importancia crucial para el empresariado de la formación profesional ocupacional que permita dotar de futuro a la hostelería de una ciudad, Córdoba, huérfana además de líderes claros . «El liderazgo se reduce al ejemplo», concluye un Javier Campos harto de libros de autoayuda para directivos. Lo suyo es servir a los demás.
Lo ha contado con absoluta sinceridad en el Foro de Asfaco.