El rodadero de los lobosJesús Cabrera

Un agosto diferente

Cada vez recomiendan con más intensidad los beneficios de un cambio de aires al menos una vez al año

Actualizada 04:00

La llegada del mes vacacional por excelencia supone para muchos buscar alternativas con las que ocupar el tiempo libre. La situación de los bolsillos españoles hace que los viajes y las estancias en la playa hayan quedado reducidas para un sector menguante de la población y, además, en caso de disfrutar de esta opción ahora se lleva a cabo en muchos menos días de como se hacía antes. Una escapada de unos días y listo.

¿Qué hacer el resto del mes? Quedarse en casa supone alterar un día y otro el ritmo vital y adaptarlo a las temperaturas: salir a la calle tempranito, volver antes de que apriete el calo y soportar la tarde con las persianas bajadas y el aire acondicionado a toda mecha a la espera de que anochezca para poder salir a la calle. Hay un consenso generalizado de que esta opción llega a cansar antes de finalizar la primera semana, por lo que hay que buscar alternativas más allá de los cine de verano o de buscar las terrazas más atractivas por su tapeo, algo de lo que también se acaba resintiendo la cartera.

Quienes sufren al ver en Facebook como otros presumen de viajes y escapadas que uno no se puede permitir, pueden disfrutar a muy bajo coste de las alternativas que nos ofrecen los pueblos más cercanos. Por poco que se estudien las celebraciones de cada municipio se puede establecer un calendario en el que si queda un día libre será porque uno quiere. No hay que más que buscar lo que hay en cada pueblo para decidir qué se va a hacer o no.

Desde ferias y fiestas patronales a conciertos, pasando por teatro al aire libre, piscinas, conciertos o competiciones, la oferta es de lo más amplia. Además, si no hay nada que apetezca lo suficiente, siempre queda el recurso de ir, visitar, tomar algo y volver. Porque una de las ventajas de estas opciones es que se puede disfrutar de paisajes diferentes a los habituales sin necesidad de hacer noche fuera.

Además, en la totalidad de los pueblos cordobeses se encuentra en este mes más animación que la que pueda existir en el resto del año. En ellos sube la población, porque regresan quienes quieren a su lugar natal y porque también son destinos vacacionales. Así, el ambiente que se va a encontrar en sus calles es lo suficientemente atractivo para justificar esa escapada.

Cada vez recomiendan con más intensidad los beneficios de un cambio de aires al menos una vez al año. La pandemia vino a acentuar esta tendencia y ahora se ha convertido en poco menos que una obligación. Por esto, quien no pueda permitírselo que no olvide que a muy pocos kilómetros va a encontrar en estas semanas una oferta que si bien no es comparable a las vacaciones siempre soñadas de playas con cocoteros sí que están a la altura y cada días nos pueden permitir cambiar de aires y de ambientes para que el mes de agosto no sea tan asfixiante como puede llegar a ser.

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