De comienzo en comienzoElena Murillo

Cuaresma

Actualizada 04:30

Ayuno. Penitencia. Abstinencia. Oración. Conversión. Muchos términos se utilizan para hablar de un periodo muy importante dentro del calendario litúrgico. Los católicos comenzamos hoy el Tiempo de Cuaresma, unos días que están ordenados a la preparación de la Pascua. La liturgia cuaresmal va preparando para la celebración del Triduo Pascual a los catecúmenos, que recibirán el bautismo en la noche de las noches; y a los fieles nos sirve para recordar el bautismo que ya recibimos y para ejercitarnos en la penitencia. Ayunamos porque tenemos hambre de Cristo. El fruto del ayuno es la misericordia, la limosna, e implica la caridad, algo que aparece de manera constante en los textos litúrgicos.

Es Miércoles de Ceniza. Es día de ayuno. Es día de imposición de las cenizas en la cabeza según un rito antiguo que tiene origen bíblico: «Jonás comenzó a atravesar la ciudad y caminó un día entero proclamando: «En el plazo de cuarenta días Nínive será destruida». Los ninivitas creyeron en Dios, organizaron un ayuno y grandes y pequeños se vistieron de saco (…) no prueben bocado, ni pasten, ni beban agua. Que hombres y animales se vistan con sacos e invoquen a Dios con insistencia; y que cada uno se convierta de su mala conducta y de sus acciones violentas» (Jon 3, 4-8). Ponernos ceniza en la cabeza es decir que somos pecadores y que en Cuaresma vamos a hacer penitencia. Las cenizas tienen que ser nuevas cada año. Se obtienen de la quema de los ramos de olivo y las palmas del Domingo de Ramos del año anterior; la gloria vivida ese día queda en nada: polvo, ceniza, muerte. El Domingo de Ramos es una jornada alegre al tiempo que triste. Se mezclan júbilo y dolor. Las vestiduras litúrgicas que se utilizarán ese día, rojas, indican martirio.

El Tiempo de Cuaresma alcanza una duración que va desde hoy, Miércoles de Ceniza, hasta el Jueves Santo a la hora de nona (aproximadamente las cuatro de la tarde). Por ser tiempo penitencial, no se cantará el aleluya en la misa; éste se volverá a utilizar en la Vigilia Pascual.

Algunos elementos ayudan a vivir mejor este periodo. Actos de piedad popular como la veneración de la cruz; la lectura de la Pasión del Señor; y, sobre todo, el ejercicio del Vía Crucis los viernes como buena preparación espiritual para llegar al Viernes Santo.

El Leccionario en Cuaresma es rico y variado. La distribución de las lecturas del evangelio para los próximos domingos es la siguiente: en el primero, las tentaciones del Señor en el desierto (cuarenta días de ayuno y oración); en el segundo, la Transfiguración (anticipo de la Pascua, aparece el Señor revestido de luz); los domingos tercero, cuarto y quinto, este año correspondientes al ciclo C, serán la parábola de la higuera, el hijo pródigo y la mujer adúltera. Así llegaremos al Domingo de Ramos, día en que el relato de la Pasión según el evangelio de Lucas destacará la llamada al servicio y el don del perdón y la misericordia.

Vivamos intensamente. Cristo, que es médico y medicina, sabrá concedernos la redención y sanación a través del pan y la palabra.

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