Comienzan en Córdoba los 40 Días de Oración por la Vida

Los más de 130 voluntarios que en turnos de una hora van a estar desde la 9 de la mañana a las 9 de la noche, durante cuarenta días, frente a la puerta de la clínica Gynetrisur, pueden parecer que van contracorriente primero por plantarle cara al aborto - es un gesto políticamente incorrecto y poco moderno, como ha dejado claro Feijoo- y por rezar, lo cual no deja de ser raro en una sociedad rendida al materialismo. La oración no cotiza en las tertulias televisivas ni en las redes sociales, a pesar de que Twitter hay grupos que organizan cada día cadenas para rezar el rosario.

40 Días por la Vida es una campaña mundial de cuarenta días «dirigida a acabar con el aborto a nivel local mediante la oración, el ayuno, la sensibilización de la comunidad y una vigilia pacífica, diaria y constante frente a las clínicas donde se practican abortos», informan desde su página web. En Córdoba el punto se localiza frente a la mencionada Gynetrisur, en la avenida de las Ollerías, donde el pasado año Teresa Rodríguez, de la podemita Adelante Andalucía, montó una comparecencia pública con aires de 'No pasarán' y toda la indignación indignada de las luchadoras por la libertad y los 'derechos' de las mujeres (y también los animales ahora).

En realidad ese fue el único conato de mal rollo en una actividad pacífica, no intrusiva y fundamentalmente testimonial. Con la oración se pretende dar testimonio del compromiso con la vida, con su carácter sagrado. Esta es una iniciativa que no se debe confundir con los denominados 'rescates', en los que los voluntarios sí informan a las mujeres que se acercan a las clínicas de que hay siempre una salida para la vida de los niños.

No obstante, si alguna interesada se acerca al grupo de voluntarios que rezan, se les facilita un pequeño folleto con números de teléfono donde pueden ampliar información.

Campaña global, mercado oscuro

Esta campaña se realiza simultáneamente en 588 ciudades de todo el mundo y mueve alrededor de un millón de voluntarios. En los 65 países en los que está presente, según informan en la página oficial española, han conseguido salvar a más de 22.000 bebés y han auspiciado la conversión de 242 trabajadores de la industria del aborto. Es importante esto último porque los responsables de la campaña provida llaman a las cosas por su nombre, esto es, el mercado abortista es un negocio, forma parte de una siniestra industria que mueve mucho dinero cada año. Según el Instituto de Política Familiar de España, solo en 2015 el aborto generó más de 40 millones de euros para las clínicas abortistas. Pero no busquen datos más actualizados, porque no los van a encontrar en Google. Al igual que con la denominada violencia machista, en el principal buscador de Internet no aparecen datos actualizados, ni reales, que estropeen la narrativa propia que se ha creado desde la industria abortista.

Participar en Córdoba

No es una labor cómoda. Es habitual escuchar improperios como «Iros a rezar a la iglesia» o amenazas con llamar a la policía. No es fácil, en efecto, dar testimonio de fe o luchar a favor de la vida humana. Pero tiene sus frutos, de ahí esta iniciativa en la que puede participar todo aquél que lo desee rellenando un formulario y acatando una serie de instrucciones fáciles de seguir.

Córdoba además puede presumir de ser una de las capitales españolas en los que más voluntarios participan durante la campaña de rezo.