Fotograma del programa de la televisión pública japonesa dedicado a Córdoba

Fotograma del programa de la televisión pública japonesa dedicado a Córdoba

La televisión pública de Japón emite un programa atípico sobre Córdoba

En 60 minutos se recorren lugares que no suelen aparecer en espacios dedicados a promocionar la ciudad

Hace unas semanas, el público japonés que sigue la cadena pública NHK-BS por satélite se sorprendería con el capítulo dedicado a Córdoba en el programa 'Caminando por la ciudad'. Este espacio también llamaría la atención a los cordobeses por ofrecer una imagen de la ciudad alejada del estándar que se habitualmente se usa para la promoción turística de Córdoba.

En este programa, de una hora de duración en calidad 4K, efectivamente sale la Mezquita Catedral y el Alcázar de los Reyes Cristianos pero lo hacen sólo en unos planos, los justos y necesarios para contextualizar la ciudad porque el espacio va por otros derroteros. Los protagonistas son los patios, el flamenco y la gastronomía contados para un público japonés, pero también lo son calles, comercios, tiendas y personajes que no suelen tener hueco en este tipo de programas pero que sí forman parte del paisaje habitual de la ciudad.

Una ruta singular

El programa simula un paseo por Córdoba, aunque el orden de las imágenes en el resultado final no guarde mucha lógica para los autóctonos. De la calle Torrijos salta a la plaza Doctor Emilio Luque y después vuelve a la calle Judíos, va a San Basilio y regresa al interior de la Mezquita Catedral, por ejemplo.

Algunos de los lugares de Córdoba visitados por el programa de la televisión de Japón

Algunos de los lugares de Córdoba visitados por el programa de la televisión de Japón

'Caminando por la ciudad' tiene el acierto de respetar la voz original de todos los que intervienen, a quienes se les subtitula en japonés. El narrador del programa es Katsumi Takamashi, un veterano actor cuya locución recuerda a los 'babyboomer' españoles la del mítico 'Humor amarillo'.

La comparación entre lo que se escucha y cómo lo traducen genera situaciones hilarantes. En los primeros minutos del programa aparecen, junto al Molino de San Antonio, dos fotógrafos que buscan las especies más raras que hay en los Sotos de la Albolafia. Su objetivo es fotografiar a un andarrío chico y en un momento se escucha decir: «'Cucha', cómo se lo curra el cabrón». La traducción, políticamente correcta, no tiene nada que ver: «Qué movimiento. Es increible».

La tienda de Jaime

Tras cruzar el Puente Romano y recorrer la calle Torrijos, la cámara aparece en la plaza Doctor Emilio Luque y sigue por la estrechez de Valdés Leal para llegar a la «tienda de antigüedades» de Jaime, como la denominan. No tiene desperdicio la señora que en ese momento sale y explica que se trata de «una tienda de 'vintac'» y que dentro hay que andar de lado. Jaime muestra su máscara de Mazinger Z de cuando era niño y confiesa que «al principio lo tenía todo ordenado y vendía menos».

Jaime muestra su careta de Mazinger Z de 1978

Jaime muestra su careta de Mazinger Z de 1978

El monumento a Maimónides merece otra parada para hablar de la convivencia de las tres culturas y de ahí a San Basilio, «un lindo paisaje con muchas flores rojas». La arquitecta Mercedes Castro explica las singularidades de los patios y una familia ofrece la realidad sobre el mantenimiento y cuidados que requiere un patio cuando no está abierto al público.

Como no podía ser de otra manera, el interior de la Mezquita Catedral fascina a los del programa nipón. Pero no se esmeran mucho porque en menos de un minuto hablan de las columnas, los arcos y los mosaicos. Y ya está.

La arquitecta Mercedes Castro, en el patio de la calle Marroquíes

La arquitecta Mercedes Castro, en el patio de la calle Marroquíes

En el siguiente plano, aparece la calle Gondomar donde explican que Córdoba es una ciudad en la que se llegan a alcanzar los 40 grados en verano y de ahí se salta de nuevo a San Basilio, a la sede de la Asociación de Amigos de los Patios, donde se husmea el origen del concurso y se muestra un cartel de 1933, antes de volver a Mercedes Castro que muestra el patio de la calle Marroquíes.

Las Holy Cards

La cadena NHK grabó este programa en febrero de este año, algo que se advierte por la vestimenta de quienes a las 13:00 están en la plaza de las Tendillas. La cámara se mueve hacia la calle Cruz Conde y el narrador se sobresalta: hay un numeroso grupo de personas haciendo algo que a él se le escapa.

Un coleccionista de las Holy Cards

Un coleccionista de las Holy Cards

«¿Qué es eso? Tienen como un archivo», se pregunta un sorprendido Katsumi Takamashi mientras el plano se acerca a la tienda Pepe Pinreles. «Cambiar cartas de Semana Santa», explica un adolescente que muestra a cámara su álbum de las Holy Cards, mientras busca si tiene repetida la 403. «Se sacan pasos a la calle durante la Semana Santa», añade, como si en Japón pudieran comprender la frase. «Todos se están divirtiendo», remata el narrador.

Tras pasar por la Puerta del Rincón llegan a la calle Hermanos López Diéguez, donde muestran su sorpresa ante lo que descubren en la tienda Patios Artesanos, con las miniaturas de las macetas, las sillas e, incluso, el enchinado de un patio hecho con 10.000 granos de arroz, algo que los de la televisión nipona comprendieron al instante.

La buena mesa

En el ecuador del programa se abre un espacio dedicado a la gastronomía y el tono cambia radicalmente. Está rodado en la taberna de la Sociedad de Plateros de María Auxiliadora. Allí, su gerente, Manuel Bordallo, hace de «chef exigente» y el actor Andrés Berlanga de cliente «quisquilloso» en una parodia doblada al japonés. Bordallo demuestra su buen hacer en los fogones y se establece un ranking de los tres mejores platos de la gastronomía local: en tercer lugar, el flamenquín; en segundo, el rabo de toro, y el ganador absoluto, el salmorejo.

Manuel Bordallo y Andrés Berlanga, en la Sociedad de Plateros

Manuel Bordallo y Andrés Berlanga, en la Sociedad de Plateros

En la calle de la Feria se encuentran a una pareja de Londres que muestra su asombro por ver las naranjas en los árboles cuando siempre las han visto en los supermercados y en el Alcázar -«Otro edificio de piedra que parece tener algo de historia»- se topan con una cuadrilla de Sadeco que aplica la novedosa máquina vibradora para echar el fruto al suelo, algo que les fascina. Uno de los operarios dice que son amargas, que no sirven para comer y que las usan para hacer compost.

El flamenco

Después de una visita a las Caballerizas Reales, donde curiosamente no entran en la cuadra principal, y asistir en el patio al ensayo de algunos números del espectáculo ecuestre se llega a la recta final del programa, que la denominan 'El tesoro de la ciudad'.

No es otro que el flamenco, que tanto fascina al público nipón. La ruta empieza en el taller de guitarras de la calle San Pablo. De ahí parten para buscar a Niño Seve en la Posada del Potro, que lo han recomendado como el mejor guitarrista. De camino, en la puerta del Conservatorio, hay un grupo de guitarristas, entre los que está Paco Serrano, quien les indica cómo llegar. Al fin, en el Potro, dan con Niño Seve, quien se marca unos toquen que hacen decir al narrador: «Me quedo impresionado».

Niño Seve, en la Posada del Potro

Niño Seve, en la Posada del Potro

Como fin de fiesta, el equipo de la NKH se desplaza hasta Ciudad Jardín, concretamente a la calle Abogado Enríquez Barrios, sede de la peña Aires de Tablao. La espontaneidad y el buen hacer de un grupo de aficionados ponen el broche al programa, que se despide con los planos de un espectacular atardecer desde el puente de Miraflores.

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