El Teatro Eslava resurge de sus cenizas: el templo de la movida reabre con su nombre original

En noviembre de 2020 la sala Joy Eslava apagaba sus focos y cerraba sus puertas, tras más de 20 años de actividad ininterrumpida. El teatro que no duerme vuelve hoy completamente renovado sin perder su glamour histórico que tanto le caracteriza.

El teatro «cambia de piel» pero quiere seguir siendo referente en el mundo de la cultura de la capital española

El teatro «cambia de piel» pero quiere seguir siendo referente en el mundo de la cultura de la capital española. El Teatro Eslava seguirá animando las noches madrileñas con propuestas diferentes y una sala completamente renovada. Su lema es «vive tus pasiones» porque «como el teatro, cada uno de nosotros lleva en su interior algo que no mostramos, no expresamos y no conocen de nosotros», explican en su nueva página web.

La sala dice adiós a su «Joy»

La sala Joy Eslava se despide con cariño de su clásico «Joy», donde tantas juergas vivieron los hijos de la movida madrileña, pero recupera su nombre original, resurgiendo de sus cenizas y volviendo a denominarse Teatro Eslava.

La sala Joy Eslava se despide con cariño de su clásico «Joy», donde tantas juergas vivieron los hijos de la movida madrileña

La sala vuelve más canalla y rebelde que nunca. Se definen como «el lugar en el que liberar tu más profundo yo, y desatar tus verdaderas pasiones». El nuevo Teatro Eslava es un espacio «lleno de contrastes y matices, para que puedas vivir lo mucho que eres».

Hoy se inicia un nuevo capítulo en la historia del teatro, con una propuesta que aúna arte, música, entretenimiento y gastronomía. En 1871 la sala fue definida como «destartalada y mezquina». Los años han pasado y el Teatro Eslava sigue sin dejar indiferente a nadie. Las rarezas de entonces son su éxito de hoy.

Se presentan como «un lugar en el que el Teatro no es un teatro, en el que la noche no es oscura, en el que el sabor no solo está en la comida y en el que el arte no es un baile, es una actitud».

Concierto de Lori Meyers

Lori Meyers da el pistoletazo de salida a los conciertos que tendrán lugar en el Teatro Eslava. La banda indie se subirá al escenario el martes 22 de marzo y estrenará los focos de la sala con un sold out.

Lori Meyers publica Espacios infinitos, su séptimo álbum de estudio y el primero con nuevas canciones desde hace cuatro años. Este nuevo disco «acusa recibo del pasado y se proyecta hacia el futuro con estoicismo, aunque sin bajar los brazos ni entregar las armas». La banda expresa que su nuevo disco «habla de encontrar tu espacio, tu camino, tu forma propia de hacer las cosas, y tirar hacia adelante tras una situación difícil».

Lori Meyers no serán los únicos afortunados de subirse a la tarima del Teatro Eslava. Les seguirán espectáculos como el que ofrecen la bailarina y coreógrafa Cristina Hoyos y el director de teatro José Carlos Plaza, que se reencontrarán sobre el escenario en «Olé Olá», el proyecto artístico consistente en un showdinner que se sumergirá en la historia del cante y baile flamenco todos los jueves viernes y sábados a partir de las ocho de la tarde.

Además, otros referentes del panorama musical español, como Celtas Cortos, sonarán en el Teatro Eslava. En concreto, grupo vallisoletano hará un guiño a su mítico 20 de abril del 90, subiéndose al escenario de la sala el 20 de abril del 2022.

Una sala histórica

La historia de esta sala ubicada en el centro de Madrid se remonta al siglo XIX, concretamente al año 1871, cuando Bonifacio Eslava abría las puertas de el Teatro Eslava como sala de espectáculos habilitada para 1.000 espectadores. Bajo sus focos tuvieron lugar funciones dirigidas por genios como Ramón María de Valle-Inclán o Federico García Lorca.

Su glamour ha atraído a personajes tanto nacionales como internacionales: Maradona, Michael Jackson, Tina Turner, Richard Gere, Julio Iglesias, Camilo José Cela o la gran Lola Flores. Incluso el rey Felipe VI ha bailado en la pista de Joy Eslava. Todos ellos han disfrutado de los mejores años de una sala histórica que se resiste al paso de los años.

El 24 de febrero de 1981, el día después del golpe de estado de Tejero, la sala Joy Eslava abría valientemente sus puertas con más de 6.000 jóvenes celebrando la democracia, coronándose como uno de los templos de la movida madrileña durante la década de los 80.

En 1998, un incendio devastó dos plantas de la discoteca, obligando a realizar un desalojo de más de mil personas. La actividad de Joy Eslava no fue interrumpida hasta la pandemia de 2020, acontecimiento que su dueño, Pedro Trapote, aprovechó para realizar reformas y proceder a su reapertura como Teatro Eslava, evocando al espíritu original de la sala.