Madrid frente a los okupas: dos grandes desalojos y tres edificios protegidos

La Comunidad de Madrid tiene un plan exhaustivo contra la okupación ilegal desde que Isabel Díaz Ayuso llegó a la sede del Gobierno madrileño. En marzo de este año presentaba la Ofinica Antiokupación, un proyecto que ha ayudado a reducir considerablemente los casos de viviendas y edificios tomados de forma ilícita. Desde su fundación se ha conseguido desalojar dos hogares que llevaban varios años en manos ajenas.

Otro objetivo que se ha marcado el gobierno regional es proteger tres puntos claves de la capital por el elevado riesgo de terminar okupados. La okupación ilegal de estos espacios genera un grave deterioro al no llevarse a cabo las tareas de cuidado y conservación de los edificios. Estos tres lugares blindados son:

Diseñado por el arquitecto Alejandro de la Sota, el Edificio Clesa se encuentra en desuso y abandonado desde hace más de una década, de ahí su elevado riesgo okupacional. También detallan desde el Ayuntamiento de Madrid que sus características y ubicación son un aliciente para esta praxis. Por ello, se está prestando un servicio de vigilancia especial. El objetivo de este inmueble es convertirse en un centro innovador de Ciencias de la Salud.

Esta vivienda presenta el nivel 2 de protección antiokupa al estar calificada como Equipamiento Público Singular; además, al no tener un proyecto aún definido y las características del inmueble junto con su entorno, ubicado en Puente de Vallecas, ha justificado que se incluya dentro de este plan especial de seguridad. Este enclave de la capital fue el lugar donde Robert Cappa inmortalizó varias fotografías durante la Guerra Civil española.

Ubicada en el Parque Lineal del Manzanares, que atraviesa Usera, Villaverde y Vallecas, se encuentra esta vivienda del antiguo encargado de abrir y cerrar las compuertas del Canal, encargado por el Rey Fernando VII. Este edificio ha sufrido numerosas okupaciones en los últimos años. Sin embargo, el Ayuntamiento de la capital lo ha recuperado y quiere convertir este espacio «en un encuentro en el que realizar actividades en torno al río y a la historia agrícola del ámbito».

Dos grandes desalojos

Durante septiembre y octubre de este año, la Policía Nacional en colaboración con los agentes locales han desalojado dos bloques de viviendas que llevaban varios años okupados de forma ilícita.

El desalojo tuvo lugar el 21 de septiembre a primera hora de la mañana. Agentes de la Policía Nacional junto con la Policía Municipal de Madrid entraban en el centro cultural de La Quimera, ubicado en el barrio madrileño de Lavapiés. Las autoridades contaron un total de 70 ocupantes, entre ellos tres mujeres y un menor de edad, que habitaban en el edificio.

La desokuopación se llevó sin incidentes graves, pese a que los cuerpos de seguridad sacaros a varios hombres esposados, de los cuales 13 fueron detenidos. Nueve fueron acusadas por un delito contra la salud pública por llevar y vender droga, mientras que otras cuatro fueron arrestadas por infracción a la Ley de Extranjería.

Meses atrás, los vecinos denunciaron reiteradas peleas, venta de drogas y otros incidentes supuestamente protagonizados por los ocupantes. Estos comportamientos desembocaron en el desalojo del bloque que se sitúa entre la calle Amparo y la plaza Nelson Mandela.

Al lugar acudieron 200 agentes de la Policía Nacional entre Seguridad Ciudadana, Unidad de Intervención Policial (UIP), Unidad de Participación Ciudadana, Policía Científica, Judicial, Extranjería y agentes de la comisaría del distrito Centro.

Por su parte, la Policía Municipal desplegó 80 agentes repartidos entre la Unidad Integral de Distrito (UID) de Centro Norte, UID Centro Sur, la Unidad Central de Seguridad y la Unidad Canina. Por su parte, la Policía Nacional

El desalojo de La Higuera, en el cruce entre la calle Genciana y Miosotis (Tetuán), ha sido el último gran golpe de la Comunidad de Madrid a la okupación. Este 14 de octubre la Policía Nacional irrumpía en este edificio que llevaba diez años okupado. La vivienda data de 1925 y se caracteriza por tener un estilo arquitectónico parecido al neomudéjar.

Al lugar acudieron 50 agentes con cuatro furgones antidisturbios que fueron sacando a la veintena de ocupantes que habitaban en el edificio. La operación se complicó cuando a la llegada del Cuerpo de Seguridad, una treintena de personas afines a los ocupantes se colocaron por las inmediaciones de la vivienda, la mayoría menores de edad.

Una vez dentro del hogar, la Policía se topó con dos atrincherados en el tejado que durante la entrada de los agentes lanzaron fuegos artificiales y petardos para dificultar su operación. Otro de los elementos que se arrojó fue un bote de humo que impidió ligeramente la visibilidad de las autoridades.

Los agentes pudieron acceder al tejado y redujeron a los internos, lo que generó su malestar insultando e increpando a los policías. «Estáis pegando a gente desarmada» «Sois peores que los criminales», gritaban los okupas en contra de los agentes nacionales.

La operación se saldó finalmente con 15 detenidos. Mientras se libraba esta «pequeña resistencia», se escucharon los cánticos de las personas que estaban ya fuera. «No te pongas triste, okupa y resiste» «La especulación mata nuestros barrios», aclamaban los compañeros ocupantes.

Años antes de esta okupación ilegal, los propietarios comenzaron el procedimiento para demoler el edificio y construir una vivienda moderna, que entra dentro del plan 'Catellana norte'. Ante esta situación, el Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán ha mostrado su negativa para derruir el edificio y ha solicitado que se catalogue y proteja esta «singular vivienda».