Una presunta agresión sexual, secretos y mentiras: el caso que preocupa al PSOE de Madrid

El pasado 13 de junio, El Debate informó de que el diputado socialista de la asamblea de Madrid, Javier Guardiola, había sido denunciado por una presunta agresión sexual. Silvia (nombre ficticio) había acudido a la Jefatura Superior de la Policía de la capital y allí había relatado el episodio con detalle.

Días después Juan Lobato, máximo responsable del PSOE de Madrid, cuestionó lo publicado por este diario: «A Javier Guardiola no le ha llegado ninguna denuncia ni le han citado a tomar testimonio que es lo primero que en estos protocolos se hace. Por ahora, con la documentación y la información que tenemos, no hay nada».

El Debate ha tenido acceso a las diligencias policiales. En esa documentación se puede leer: «Se hace constar que por parte de la jefa de sección de esta unidad se contacta telefónicamente a través del teléfono con el denunciado Javier Guardiola Arévalo con el fin de informarle de que ha sido denunciado por un delito contra la libertad sexual». Es decir, el día 25 de abril de 2023, tras varios intentos fallidos de llamadas telefónicas, a las 14.13 de la tarde se le comunicó la existencia de la denuncia y sus pormenores.

Y continúa la diligencia: «Se le indica que debido a su condición de diputado se va a proceder al cierre de las presentes diligencias y que será la autoridad judicial competente la que decida el procedimiento oportuno, todo lo cual queda recogido en el libro oficial de telefonemas».

Estos documentos demuestran que lo afirmado por Juan Lobato no se corresponde con la verdad. A Guardiola también le explicaron que no le detenían ni le tomaban declaración porque era diputado de la Asamblea de Madrid y, por tanto, aforado. Lo establece el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid en su artículo 11.6, que dice textualmente que “durante su mandato los miembros de la Asamblea no podrán ser detenidos ni retenidos por actos delictivos cometidos en el territorio de la comunidad, sino en caso de flagrante delito correspondiente, decidir, en todo caso sobre su inculpación, su prisión, su procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de Madrid».

Por tanto, es incorrecto afirmar, como hizo Juan Lobato, que el protocolo en estos casos es mandarle la denuncia física y llamarle a testificar. Por otro lado, una de las testigos a las que toma declaración la policía en el marco de la investigación por la presunta agresión sexual, afirmó que había dejado de tener relación con Javier Guardiola porque: «La gente que tenía buena relación con él se mostró decepcionada, ya que hubo otra denuncia por abuso sexual que también estaba relacionado con la organización juvenil en la que militaban todos, y Javier, que ejercía como secretario general, no llevo a cabo ninguna acción. Hizo la vista gorda. Además, dentro de la organización ha habido algunas quejas de mujeres que han sufrido acoso por parte de varones militantes y Javier no ha hecho nada al respecto. Por todo ello no tengo relación con él».

Fuentes del PSOE madrileño dicen estar muy preocupadas por la deriva que puede tomar todo este caso y las potenciales ramificaciones. De hecho, aunque Juan Lobato salió en defensa de Javier Guardiola tras la publicación de El Debate de que había sido denunciado, lo cierto es que al parlamentario de la Asamblea no le han dado ningún cargo, lo que se interpreta dentro del partido como que lo han dejado a la espera de lo que pueda suceder.