Eres especial y no lo sabes

Conozco gente que es especial. He coincidido con ellos en muchos trabajos, en pocas fiestas, en tantas calles, y en algún metro, en toda en mi vida. Mucha gente y muy especial, cada cual con su estilo personal, a su manera, mejor que la mía, han enriquecido mi existencia; algunos lo saben, otros lo ignorarán siempre. Pero a todos les dedico estas palabras que son la crónica de mi agradecimiento y admiración.

Cada párrafo es una persona real que he tenido la fortuna de conocer.

Eres especial porque cambiaste tu vida por amor y eres la columna imprescindible de Amanda, renunciando sin gruñir a mucho que quizás añoras pero ni siquiera mencionas.

Eres especial porque no te avergüenzas de tus amigos tan poco políticamente correctos en tu entorno, tal cual son, esa tribu voluntaria.

Eres especial porque tus ideas no están de moda y no las ocultas bajo el mantel de la comodidad conformista.

Eres especial porque renunciaste al dinero tentador que además te hacía mucha falta y al que estabas acostumbrado, para poder hacer de tu hijo una persona decente lejos de influencias nefastas.

Eres especial porque supiste perdonar cada una de las dolorosas traiciones que fuiste conociendo en cascada.

Eres especial porque entre el confort y tres hijos no optaste por el seductor confort.

Eres especial porque hiciste el doctorado a la edad en que la gente suele quedarse dormitando bajo unos laureles imaginados, arropado en la mesa camilla al calor del brasero.

Eres especial porque nadie borra la sonrisa de tu rostro, aunque tu casa y tu tarea no sean el paraíso.

Eres especial porque costeas de tu bolsillo una comunidad en Hispanoamérica y no te jactas de ello con nadie.

Eres especial porque pusiste mil excusas a tu esposa para no decirla que el hermoso gabán que te regaló y no ha vuelto a ver te ha servido para abrigar a un indigente aterido en un zaguán por el invierno de Madrid .

Eres especial porque con la carrera a medias escuchaste la llamada de la vocación y volviste a empezar otra sin exhalar una queja.

Eres especial porque callas cuando sabes que tu pareja no quiere oír lo que piensas en ese momento aunque lo pregunte.

Eres especial porque sacaste adelante a tu familia cuando lo fácil hubiera sido dejarte llevar por la depresión.

Eres especial porque sembraste con humor a tus amigos antes de dejarlos y marcharte a los luceros.

Eres especial porque vale quien sirve.

Eres especial porque has hecho de tu vida un reto constante que superar, e infundes esa voluntad a tu entorno.

Eres especial porque sacas adelante a tres hijos y a dos perros; y arañas tiempo para todos los demás.

Eres especial porque amas sin límite y tu bitácora sirve para instruir sin pretender ser una prescindible influyente de moda anegada de vanidad.

Eres especial porque miras de frente al futuro, vives sin esquivar el presente y asumes sin aflicción el pasado.

Eres especial porque tus ideas no están de moda ni de lejos y no las ocultas bajo el mantel de la comodidad conformista.

Eres especial porque dijiste un 'no' rotundo cuando todo: fortuna, poder y honores, te sería dado llanamente diciendo simplemente sí.

Eres especial porque sólo va a existir una persona como tú en toda la historia humana.

Eres especial porque cumples tu tarea cuando otros la estorban y no rezongas por ello.

Eres especial porque tu honor sabes que es tuyo y no de los demás, y no descansa en tus apellidos ni en tu verborrea sino en tus hechos.

Eres especial porque dijiste sí cuando el riesgo era sólo para ti y no cuando lo que se apostaba era la seguridad de los demás.

Eres especial porque siempre estuviste firme y tierno a su lado cuando ella lo necesitaba y jamás requeriste las gracias.

Eres especial porque tienes un recuerdo que nunca se repetirá.

Eres especial porque tu fe en el amor desafía sin arrogancia ni desmayo a los fanáticos homicidas que tienen el odio por doctrina.

Eres especial porque estás donde todo el mundo huye, ayudando a los desheredados en la adversidad, y podrías irte en cualquier momento y sabes que no los dejarás solos con el hambre, la guerra y la enfermedad.

Eres especial porque a una persona también se le conoce por sus silencios.

Eres especial porque muchos recuerdan tu nombre y requieren tu compañía.

Eres especial porque no desfalleces y, si lo haces, te levantas y sigues, una y otra vez, cuantas sean necesarias.

Eres especial porque cuando el médico dijo la palabra maldita mirando a tu pareja supiste de inmediato que tú ibas a ser la columna que la sostendría en todo momento y no pensaste siquiera en todo lo que se derrumbaba con ello.

Todos vosotros sois especiales, vuestros nombres sobran aquí. Están en vosotros, en mi mente y en la historia de la gente. A todos vosotros os mencionó Ruyard Kipling en If.