Ayuso se mofa del descalabro de Díaz en Galicia: «No le han votado ni en su pueblo»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recriminado a la líder de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, de utilizar con fines electoralistas las muertes, desde las residencias de mayores a la foto del pato del día de la mascletá madrileña. «Entre la utilización de las residencias, los insultos personales, los discursos apocalípticos de Madrid y el bulo del pato, usted va camino de ministra», ha dicho Ayuso.

En la sesión de control de este jueves al Gobierno, Bergerot ha vuelto a cargar con dureza contra la presidenta madrileña por su gestión de las residencias durante la pandemia: «lo suyo es indolencia, cinismo y crueldad, señora Ayuso», ha dicho.

La líder de Más Madrid ha recordado a Díaz Ayuso que «7.291 personas murieron sin esperanza, con dolor y en soledad» en los centros de mayores durante la crisis sanitaria del coronavirus y ha acusado a la presidenta de que «lo excéntrico fue pensar que se podía descartar algunos seres humanos». «Señora Ayuso, no tiene corazón quien no se digna a reunirse con las familias. Lo inhumano fue creer que usted podía decidir quién moría y quién vivía», ha añadido Bergerot.

Ante estas acusaciones, la presidenta Díaz Ayuso ha acusado la líder de la oposición de que «siempre utilizan la muerte, siempre, con fines electoralistas» y ha acabado atacando a Bergerot de incluso utilizar «al pato», en referencia a la foto del pato muerto previo a la mascletá. «¿Un pato? ¿no le da vergüenza?, pobre pato. ¿Dónde tiene usted el ecocorazón? No tienen corazón», ha ironizado Ayuso.

Además, durante su réplica, la presidenta madrileña ha añadido que para seguir los pasos de su predecesora Mónica García y acabar siendo ministra «sólo le falta cobrar ilegalmente de la Asamblea para ir directa». «Ahora, no sé si es buen camino. A su vicepresidenta le va tan bien que no le han votado ni en su pueblo, literal», ha dicho en referencia al resultado electoral de Sumar en las elecciones gallegas, antes de zanjar que «se van a quedar todos como el pato: patas arriba».