Comunidad de Madrid
Tomates de Madrid para alimentar al mundo en caso de catástrofe: la increíble historia de una expedición a Noruega
Noruega alberga la mayor reserva de cultivos del planeta para conservar semillas que den de comer a la población en caso de una emergencia mundial
Madrid ha llevado hasta allí una selección de semillas de tomate, trigo duro, cebada y avena
En una lejana y nevada isla de Noruega se esconde un tesoro que, en el caso de que se produjera, Dios no lo quiera, una catástrofe mundial serviría para que la población pudiera alimentarse. Se trata del Banco Mundial de Semillas, la mayor reserva de cultivos, custodiados a varios grados bajo cero, que existe en el planeta. Un almacén helado en las Islas Svalbard al que Madrid acaba de contribuir con cientos de semillas.
En concreto, la Comunidad de Madrid, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), ha llevado hasta las islas pobladas más septentrionales de la Tierra una estudiada selección de varias variedades de tomate, cebada, avena y trigo. Una aportación que se integra en una colección de más de un millón de muestras procedentes de cientos de países y que se suma a otro menor que hizo la región hace dos años.
La expedición internacional que se ha trasladado hasta tierras noruegas para depositar las semillas ha llegado este martes y, en el caso de Madrid, se ha coordinado con el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA-CSIC).
El Banco Mundial de Semillas de las Islas Svalbard se construyó en 2008 y únicamente abre sus puertas dos veces al año para ampliar sus reservas. Recientemente, sus impulsores, los científicos Geoffrey Hawtin y Cary Fowler, recibieron el que se considera como el Premio Nobel de la alimentación. El proyecto contó con el apoyo del Gobierno noruego, del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico y también se conoce como 'la bóveda del fin del mundo'.
De la aportación de madrileña que acaba de llegar, las cinco variedades de tomates aún se comercializan en el mercado, mientras que las de cereales no están catalogadas para su venta, pero se conserva su material genético porque permitirá obtener alimentos mejorados, con mayor tamaño de grano y nutrientes, así como mejorar en el rendimiento de los cultivos, por todo ello, desde el Gobierno autonómico concluyen que son variedades que resultan «de especial relevancia para la investigación agrícola y agroalimentaria».
Alcalá de Henares
El reservorio regional, el Banco de Germoplasma Vegetal instalado en la finca experimental El Encín, en Alcalá de Henares, ha sido el lugar desde el que ha partido la selección de semillas madrileñas para ser conservadas en Noruega.
Esta reserva acumula cerca de 300 tipos de verduras, frutas y hortalizas de Madrid y es donde se realiza la clasificación y salvaguarda de la información genética, así como la investigación para descubrir nuevos cultivos o recuperar los que han caído en desuso. El banco forma parte del Programa Nacional de Conservación y Utilización Sostenible de los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (PNRF).
El Instituto de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario también creó en 2022 un Banco de Germoplasma de Flora Silvestre. Se trata de una instalación científico-técnica dedicada a preservar las plantas y árboles autóctonos, que lleva un año funcionando en la finca experimental La Isla, en Arganda del Rey.