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Los bomberos de la Comunidad acuden a su cita anual con los niños ingresados en el Hospital Gregorio Marañón,

REMITIDA / HANDOUT por COMUNIDAD DE MADRID
Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma
18/12/2024

Los bomberos de la Comunidad acuden a su cita anual con los niños ingresados en el Hospital Gregorio MarañónUNIDAD_FOTOGRAFIA HGUGM

Solidaridad

Los bomberos de Madrid despiertan la ilusión de los niños del Hospital Gregorio Marañón

Los bomberos regionales comenzaron a participar voluntariamente en esta actividad solidaria en 1997

Veinte bomberos de la Comunidad de Madrid visitaron a los niños internados en el Hospital Gregorio Marañón, removiendo sus corazones y transmitiéndoles la alegría de estas fiestas navideñas tanto en planta como en las UCI.

En 1997 los bomberos regionales comenzaron a participar voluntariamente en esta actividad solidaria y de acercamiento a los niños. Por eso, cada año son recibidos con ansias tanto por niños como por adultos.

Los profesionales deslumbraron a los niños trepando por una de las fachadas internas del Hospital, como si fuese una operación por incendio. Después, recorrieron todas las habitaciones y charlaron con los niños que pudieron probarse y fotografiarse con los miembros del equipo y parte de sus trajes, como chaquetones o el casco de intervención. De hecho, les fue otorgado un pequeño uniforme de bombero infantil.

Hospital Gregorio Marañón

Hospital Gregorio MarañónComunidad de Madrid

Javier Iglesias, bombero de la Comunidad de Madrid, un veterano de esta visita confesó que «están pasando un momento difícil y tener la posibilidad de hacérselo un poquito más fácil y verles sonreír, nos llena más a nosotros que a ellos».

La visita forma parte del cronograma de actividades que el Hospital Gregorio Marañón efectúa normalmente con el fin de promover la humanización de los procesos sanitarios, especialmente con los niños, para minimizar el impacto de la enfermedad a lo largo de la estancia hospitalaria, a cambio de hacer que los niños pasen un buen rato dejando de lado sus dificultades.

«Por un momento olvidan su enfermedad y sus tratamientos, aparcan todo lo malo, y disfrutan con una visita muy diferente. Esos momentos contribuyen muy positivamente en su estado emocional y, por tanto, en su bienestar», reveló la doctora Blanca Toledo, pediatra del Marañón.

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