Isabel Díaz Ayuso visitó el pasado jueves el Valle de los Caídos

Isabel Díaz Ayuso visitó el pasado jueves el Valle de los CaídosEuropa Press

Comunidad de Madrid

Ayuso critica el trato del Gobierno de Sánchez a los monjes del Valle de los Caídos: «No se han sentado ni 5 minutos con ellos»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado que desde el Gobierno de Pedro Sánchez estén diciendo que van a sacar a los monjes del Valle de los Caídos de forma «educada» cuando «nadie del Ejecutivo se ha sentado ni cinco minutos con ellos».

«'De forma educada', dicen. Cuando nadie en ese Gobierno ha tenido ni la humanidad de sentarse 5 minutos con esos monjes, que llevan décadas allí viviendo en difíciles condiciones, en su casa, algunos muy mayores», ha escrito la dirigente en sus redes sociales, después de que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, afirmara en una entrevista su intención de expulsar a los monjes benedictinos que residen en el Valle de los Caídos (también llamado de Cuelgamuros), encargados de la abadía, la hospedería y la escolanía, «de manera educada y acordada».

Un extremo que no comparte la presidenta madrileña que, tal y como publicó en exclusiva El Debate, visitó a principios de este mes de julio el Valle de los Caídos para conocer de primera mano «la realidad de la vida allí y sus problemas».

Ayuso estuvo comiendo en la hospedería de la Santa Cruz que es el hotel-restaurante que dirigen los benedictinos y se reunió con cuatro monjes del conjunto monumental, con los que estuvo hablando en un espacio reservado.

Durante la comida comentaron los problemas que viven a diario los religiosos y la expulsión a la que quiere someterles el Gobierno central. Además, se trató el tema de convertir el Valle de los Caídos en un Bien de Interés Cultural. Según las fuentes consultadas por este periódico, Ayuso está «meditando qué hacer para frenar esta marcha inminente». Tras este momento, Ayuso y su equipo bajaron a la basílica para «visitarla y apreciar su arquitectura».

Una visita muy distinta a la que meses atrás protagonizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que acudió sin avisar a los monjes benedictinos -que son quienes custodian este lugar- y visitó las criptas de los caídos en la Guerra Civil. Mientras tanto, Ayuso notificó que iba a ir y además se interesó por los ataques que sufren los religiosos, además de visitar la basílica.

Así las cosas, el responsable de Memoria Democrática admitía esta semana que la transformación de este enclave en un centro de interpretación que fomente los valores constitucionales y democráticos es un asunto «complejo» puesto que «hay infraestructuras diversas, un hotel, tiendas, una presa que es una competencia que abordaría desde el Ministerio de Transición y una basílica donde están los benedictinos».

«Tenemos unos hitos temporales, algunos dependerán más de nosotros, otros serán más complejos, como la salida de los benedictinos, que estamos planteando que se haga de manera educada y acordada», indicaba.

Sin embargo, estas aspiraciones del Gobierno central no serán fáciles de lograr puesto que «existen enormes dificultades canónicas y jurídicas» que impiden que echen a los religiosos del conjunto monumental.

Así lo sostienen desde la Asociación en Defensa del Valle, que explican que hay una diferencia entre la extinción de la Fundación de la Santa Cruz y que se expulse a los monjes benedictinos. «Aunque el Gobierno quiera liquidar la entidad del Valle, los monjes podrán seguir viviendo en este lugar porque así lo marca la ley», remarcan.

En caso de que la entidad de la Santa Cruz desaparezca, «será Patrimonio del Estado/Nacional o nuevas fundaciones la que se encarguen del cuidado del Valle de los Caídos. Siempre debe haber alguien que se encargue de asumir las competencias del conjunto monumental», agregan.

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