El jugador de la NBA, Jimmy Butler, en el restaurante BotínJimmy Butler - Instagram

La historia del icónico restaurante de Madrid que ha visitado una estrella de la NBA

La estrella de baloncesto pasó varios días en la capital y disfrutó de la gastronomía castiza y de nuestro país

Madrid tiene una amplia oferta gastronómica y uno de los lugares más emblemáticos del mundo en este ámbito. Muchos actores y deportistas de élite visitan la capital y prueban los platos típicos de la región y nuestro país. Es el caso del jugador de la NBA, Jimmy Butler, quien hizo una visita a finales de julio. El alero de los Miami Heat comió en el restaurante más antiguo del mundo. Reconocido por el Libro Guinness de los Récords, el Restaurante Botín ostenta este título.

El jugador estadounidense publicó en su cuenta de Instagram una serie de imágenes con el pie de foto: «Nosotros comiendo con dinero viejo en el Restaurante Casa Botín est. 1725».

El local se encuentra en la calle de Cuchilleros, 17, próximo al barrio de las letras y ha atendido a los escritores más prestigiosos del planeta. Entre ellos están Ernest Hemingway, Benito Pérez Galdós, Ramón Gómez de la Serna…

El edificio donde está el restaurante más antiguo del mundo data de 1590, apenas 30 años después de que Felipe II nombrase Madrid capital del reino. La fachada resulta señorial: balcones de hierro forjado, amplios ventanales con detalles en las cristaleras y unos significativos marcos de ladrillo.

El restaurante cuenta con cuatro plantas y una subterránea con bodega incluida. La planta inferior es la más llamativa al tener al descubierto los ladrillos y estar alumbrada con farolillos.

Jimmy Butler en el Restaurante BotínJimmy Butler - Instagram

Por su parte, para acceder a la bodega hay que bajar agazapado unas escaleras un tanto estrechas. El Restaurante Botín ha colocado una colección de botellas antiguas que junto a la temperatura de la sala te lleva al origen del restaurante.

Es impactante el vídeo de Jimmy Butler bajando las escaleras del restaurante. Sus 2,01 metros le dificultaron para moverse por un lugar tan estrecho. El jugador de baloncesto probó el cochinillo, unas anchoas, una ensalada y cordero asado.

El jugador de la NBA pasó unos días en Madrid en los que disfrutó de la gastronomía castiza. Butler visitó el restaurante Chambao y vivió de primera mano el espectáculo que organizan en el local.

Jimmy Butler bajando las escaleras del Restaurante BotínJimmy Butler - Instagram

El Restaurante Botín cuenta con varios objetos, certificados y reconocimientos históricos. Entre ellos destaca la Medalla «Arco de Cuchilleros» de 1919 por ser una de las mejores iniciativas turísticas de Madrid, la caja registradora de 1800 y el certificado Guinness de los Récords.

Las dos plantas que están por encima tienen diferente decoración. La primera cuenta con un alicatado a media altura y con un inmenso cuadro de Pierre Schild pintado en 1956. En cambio, la planta situada por encima, tiene unos azulejos más detallados con figuras humanas y tonos más vívidos.

Planta subterránea y bodega en el Restaurante BotínManuel Manahen García

Un horno histórico

Una de las anécdotas históricas más importantes del restaurante es la de los bisabuelos de la actual generación. En plena Guerra Civil, el ejército fue a detener a los dueños y requisar el local.

La hija con el objetivo de salvar a la familia y al restaurante ofreció el servicio del restaurante de manera gratuita. Los militares cedieron y el testigo pudo pasar a la siguiente generación.

Otro dato sorprendente es el número de años que tiene el horno. Esta longeva máquina lleva cocinando cochinillos y corderos durante 297 años y ha dado de comer a unas 500 o 600 personas a diario, aproximadamente.

Desde que se fundó el restaurante, Botín no ha apagado nunca el horno, no ha habido acontecimiento histórico que apague la llama de esta familia. En toda su historia solo ha necesitado unas ligeras reparaciones en el suelo debido al roce con la pala al meter y sacar los alimentos.

Horno centenario del Restaurante BotínEl Debate

El secreto para preparar este plato está en el tiempo. Corderos y cochinillos se van dorando lentamente al calor del solemne horno. La leña y las brasas también tienen su importancia dentro de esta fórmula secreta.

El Restaurante Botín coloca a la izquierda del fogón estos elementos y de esta manera se reparte el sabor de la sal, la pimienta, el agua, el vino blanco, el laurel, la cebolla y el ajo.

La clave del éxito del restaurante más antiguo del mundo es el trato humano que tienen con los clientes y entre ellos mismos.