El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEFE

Gobierno de España

Sánchez abre el curso en el Instituto Cervantes entre abucheos y con un desproporcionado despliegue policial

El Instituto Cervantes de Madrid, ubicado en el número 49 de la calle Alcalá, ha sido el escenario escogido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para inaugurar el nuevo curso político. Antes de soltar su perorata en el interior del edificio, el socialista ha sido recibido por algunos viandantes a su llegada al grito de «¡traidor!» e «¡hijo de puta!».

Según han señalado a El Debate fuentes presentes en el momento de la llegada del presidente del Gobierno al Instituto Cervantes, el lugar estaba rodeado por seis furgones de la Policía Nacional, así como por varias motos de la Policía Municipal. Además, tal y como relatan estas mismas fuentes, al menos una treintena de agentes de paisano «con el distintivo rojo en la solapa de protección de autoridades» han vigilado la entrada de Sánchez desde todos los accesos y calles de Alcalá y Barquillo en lo que han definido como «un despliegue realmente colosal». Todo ello, sin contar el blindado propio de Sánchez que ha aterrizado acompañado por una caravana de ocho coches.

La sede del Instituto Cervantes en Madrid donde Sánchez ha decidido dar el pistoletazo de salida al curso tras sus vacaciones de verano, es obra de los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi y data de 1918. Desde ese centenario lugar, Sánchez subió al estrado obviando todos los casos de corrupción de cercan a su Ejecutivo y a su familia más cercana para proclamar que «hay Gobierno para rato».

En 2022, Sánchez abrió el curso en el Palacio de la Moncloa rodeado de medio centenar de ciudadanos elegidos por su equipo para poner en marcha una campaña que llamaron El Gobierno de la gente y que acabó resultando desastrosa. En 2023 lo hizo en el Ateneo de Madrid ante 300 invitados, entre ellos algunos empresarios y personalidades de la sociedad civil. Y en este 2024 ha escogido el Instituto Cervantes de Luis García Montero, con 150 personas de distintas entidades de la sociedad civil como invitados.

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