Una cadena humana pide la reapertura del parque que ha vuelto a manos de la duquesa del Infantado

Un centenar de personas han formado una cadena humana para reclamar que se vuelva a abrir el parque Duque del Infantado de Manzanares el Real después de que su propietaria, la duquesa y escritora, Almudena de Arteaga, lo reclamase.

Muchos de los manifestantes eran niños que decían: «queremos jugar, queremos jugar. Queremos nuestro parque».

En la verja del recinto, donde los juegos infantiles ya han sido desmantelados, los participantes en la cadena humana han colocado un mural con dibujos que han hecho los más pequeños.

Este parque, propiedad del ducado del Infantado, fue cedido por Íñigo de Arteaga, abuelo de la actual propietaria, en 1975. Tras la muerte de Franco, el duque decidió ceder al Ayuntamiento de Manzanares del Real este lugar como gesto de acercamiento y concordia con el pueblo.

«Animado por los mejores deseos de colaborar con esta Corporación, me hallo dispuesto a autorizar la utilización de la finca», declaró, tal y como aparece en la denuncia de su nieta Almudena.

Esta cesión, que mantenía la titularidad del parque en la casa ducal del Infantado, era indefinida mientras Íñigo de Arteaga permaneciera con vida y el Ayuntamiento utilizara el parque para un uso recreativo. Íñigo de Arteaga murió en 1997, momento en el que su hijo, del mismo nombre, reclamó la propiedad que, finalmente, ha conseguido su hija.

Almudena de Arteaga, ganadora del Premio Internacional de Literatura Alfonso X el Sabio, del Premio Azorín y del premio Algaba de Ensayo, es reconocida por la crítica como una de las más destacadas escritoras de novela histórica.

El Consistorio ha intentado adquirir el terreno pero «ha sido imposible por la diferencia de cuantías» que pedía la propiedad, que demandaba 2,5 millones de euros, frente a los 150.000 euros que podría pagar el Ayuntamiento.