La vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid, Ana Millán

La vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid, Ana MillánEuropa Press

Debate del Estado de la Región

Defensa acérrima de Ayuso a su número 3 ante los ataques de la oposición: «Pronto le tendrán que pedir perdón»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho este viernes durante la segunda jornada del Debate del Estado de la Región una defensa acérrima de su número 3 al frente del Partido Popular de Madrid y vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid , Ana Millán, después de que a principios de este mes de septiembre el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) abriera diligencias tras recibir el testimonio de la causa que investiga un juzgado de Navalcarnero.

La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, durante su discurso ha arremetido con dureza contra Millán quien, ha afirmado, «nos recuerda cada día que el PP de Ayuso es el PP de la Púnica, de la Gürtel y de la Lezo».

«Usted ni quiere ni sabe, ni gestiona ni funciona; no tiene vergüenza ni la conoce: por eso asciende y defiende a Ana Millán y por eso respalda a todos los presuntos corruptos que brotan como setas a su alrededor», ha agregado, antes de dirigirse directamente a la vicepresidenta del parlamento autonómico para decirle que «es una indignidad que usted sea la segunda autoridad de esta Asamblea». «Es un daño irreparable al prestigio de esta institución», ha opinado.

Unas palabras a las que no ha dudado en contestar Isabel Díaz Ayuso quien ha vaticinado que tendrán que «pedir perdón» a Ana Millán cuando resulte inocente del caso en el que se la investigada por la presunta comisión de delitos de corrupción en relación a varios contratos presuntamente irregulares cuando era concejal del Ayuntamiento de Arroyomolinos.

La jefa del Gobierno autonómico ha acusado a la portavoz de Más Madrid de tener un «trato injusto y despiadado» con su número 3 en el PP de Madrid, por el hecho de serlo, y ha vaticinado que, cuando todo esto se resuelva, «no tendrán la dignidad de pedir perdón».

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