Comunidad de Madrid

Ayuso, implacable contra el fiscal general tras su imputación: «Es un caradura que no tiene ni honor, ni prestigio»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha mostrado implacable este jueves contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras su imputación por presunta revelación de secretos de su novio, Alberto González Amador. La jefa del Gobierno autonómico, durante el pleno de la Asamblea de Madrid, ha afirmado que García Ortiz no tiene «ni honor, ni prestigio» y le ha llamado «caradura».

Díaz Ayuso se ha pronunciado en estos términos tan severos en su turno de réplica al portavoz del PSOE, Juan Lobato, quien ha sacado a colación casos de corrupción del pasado del Partido Popular para tratar de tapar el escándalo en el que está envuelto el Gobierno de Pedro Sánchez por el 'caso Koldo', ya rebautizado como ' caso PSOE' o incluso 'caso Sánchez'.

«Muchas gracias, cariño, como le diría Koldo a Armengol», ha arrancado, irónica, la presidenta madrileña en su contestación a Lobato, aludiendo a los mensajes recogidos en el informe de la UCO sobre el caso en los que el que fuera mano derecha del casi imputado José Luis Ábalos llamaba «cariño» a la presidenta del Congreso de los Diputados.

Seguidamente, Ayuso ha espetado al líder de los socialistas madrileños titulares de la prensa internacional sobre lo que está ocurriendo en el Ejecutivo. «Pedro Sánchez se aferra al cargo a costa de la democracia española», le ha lanzado, afeándole que eso es lo que «está espantando a la empresas, la inversión y la prosperidad».

«Ayer, el señor Sánchez, el señor 1 de todas las tramas de corrupción que están asolando a España, se atrevió desde el Congreso de los Diputados a difamarme nuevamente así que aquí le pienso responder, porque si tenemos que hablar de corrupción de la A a la Z, vamos a empezar por Ábalos y vamos a acabar por Zapatero, vamos a hablar de la B, de Berni, de Barrabés y de Begoña, imputada y que está en todas las salsas», ha aseverado, sin disimular su indignación porque el presidente del Ejecutivo la acusara ayer de corrupción en la Cámara Baja durante la sesión de control al Gobierno.

A continuación, Díaz Ayuso ha estallado contra el fiscal general del Estado, «puesto ahí porque no tiene ningún honor ni ningún tipo de prestigio». «El primer fiscal general de la Historia de España imputado por obedecer a las obsesiones del presidente del Gobierno conmigo, pero como no lo ven delito, porque como todo vale contra el adversario político, no ven dónde están los límites», ha subrayado.

«Esto es un desastre para España. Primero, porque todos los poderes del Estado han actuado contra un ciudadano particular al que le han vulnerado su derecho a la defensa y al que sí, ya han condenado política y mediáticamente con un escarnio desde hace un año y a él cada día nadie le defiende», ha proseguido.

La presidenta ha acusado al Gobierno y al Partido Socialista en general de ser «unos mafiosos y unos estalinistas trabajando contra el adversario», al tiempo que ha asegurado que ella «nunca» utilizaría los datos de la Comunidad de Madrid para arremeter contra, por ejemplo, la esposa de Juan Lobato.

Sin embargo, ha apuntado, «la señora Gómez utilizó La Moncloa sin tener ningún tipo de preparación ni laboral, ni siquiera académica, para hacer lo que está haciendo desde la mesa del presidente del Gobierno». Además, ha censurado que anoche el fiscal general del estado acudiera al programa La noche en 24 horas de TVE, presentado por Xavier Fortes, para asegurar que no filtró ningún correo electrónico con información reservada de la pareja de Ayuso. «Y ahora el caradura del fiscal general utilizando la televisión pública para seguir difamando», ha valorado la dirigente regional.

«Esto es un insulto a los españoles. Y que se sepa, el ciudadano español está indefenso ante este Gobierno que utiliza prácticas mafiosas. Es un gobierno de tiranos, de caraduras, un gobierno que vulnera los derechos de los ciudadanos y, por eso, Pedro Sánchez también va pa`lante», ha zanjado, no sin antes augurar que a Lobato «le queda menos para volver a Hacienda que para seguir en su puesto».