Kit de Autodefensa Integral ante la violencia estética machista
El Ayuntamiento socialista de Getafe publica un «kit de autodefensa ante la violencia estética machista»
El kit también recoge ejemplos de lo que se denomina violencia estética, como comentarios del tipo: «Deberías arreglarte», «Eres guapa, pero no sabes sacarte partido», «Parece un hombre»...
El Ayuntamiento socialista de Getafe ha lanzado un Kit de Autodefensa Integral ante la violencia estética machista. Esta iniciativa tiene el objetivo de concienciar y dotar de herramientas a las mujeres para hacer frente a los estándares de belleza considerados «arbitrarios e inalcanzables». Además, tal y como adelanta el diario El Mundo, otro de los objetivos es defender la «violencia estética machista como la imposición de «ideales de belleza irreales e inalcanzables», que «no tienen nada que ver con la realidad», marcada por una maravillosa diversidad corporal».
Desde la Concejalía de Mujer e Igualdad alertan sobre cómo ciertos estándares de belleza generan una imagen distorsionada de los cuerpos femeninos, lo que puede desembocar en problemas como inseguridades, ansiedad por alcanzar una apariencia «perfecta», aislamiento social, depresión, baja autoestima e incluso, en los casos más graves, trastornos alimentarios.
El kit incluye recomendaciones para fomentar hábitos saludables desde un enfoque positivo. Entre ellas, se destaca la importancia de hacer ejercicio por amor propio y no por rechazo hacia el cuerpo, buscar orientación nutricional en profesionales cualificados en lugar de en influencers de plataformas como TikTok, y evitar realizar comentarios sobre el físico de otras personas.
Asimismo, se propone desconectar de las redes sociales y de filtros que distorsionan las imágenes corporales, ya que estos refuerzan una percepción irreal de la belleza. Uno de los lemas de la campaña resume esta idea: «Las chicas reales nunca son perfectas y las chicas perfectas nunca son reales».
Kit de Autodefensa Integral ante la violencia estética machista
El kit también recoge ejemplos de lo que se denomina violencia estética, como comentarios del tipo: «Deberías arreglarte», «Eres guapa, pero no sabes sacarte partido», «Parece un hombre» o incluso halagos como «Estás igual que siempre, no envejeces». Estos mensajes, aunque comunes, perpetúan presiones estéticas dañinas.
En el kit se asegura que la violencia estética machista es imponer estándares arbitrarios o artificiales de belleza a las mujeres, que son «irreales e inalcanzables», y que «no tienen nada que ver con la realidad (que tiene una maravillosa diversidad corporal)».
Así, parece que lo que «no cumple estas normas es defectuoso» y se tiene que cambiar, pero esto «provoca inseguridad o ansiedad para estar perfectas, aislamiento, depresión, baja autoestima y en los casos más graves trastornos de la conducta alimentaria».
