Un conocido influencer culinario abre su primer restaurante en la calle López de Hoyos de Madrid

El conocido influencer culinario Alberto de Luna abrirá a finales del próximo mes de febrero su primer restaurante, ubicado en la calle López de Hoyos, 9, de Madrid.

Según ha revelado este crítico gastronómico, popular por sus sinceras opiniones sobre los locales que visita, el restaurante, que llevará el nombre de Bakko, estará especializado en comida japonesa, una de sus favoritas.

«Dado que considero que a la vida se viene a jugar, intento no dejar pasar las oportunidades que se me presentan. Por eso, cuando me plantearon, los que ahora son mis socios, abrir este restaurante, unido a mi más que conocida pasión por la gastronomía, no me costó mucho decir que sí», ha escrito en sus redes sociales, acompañado del primer vídeo promocional del restaurante, en el que puede verse el local, en proceso aún de construcción.

«Sobra decir que me embarco en este proyecto desde la más absoluta humildad y con todo el respeto que guardo a este gremio», agregaba en ese anuncio oficial de su nueva aventura empresarial, donde también daba a conocer que la reforma del local donde se va a ubicar el restaurante la está haciendo el estudio de arquitectura BarrioBohrer, fundado en 2017 por Antonio del Barrio y Leonardo Bohrer.

Con el éxito de sus visitas, incluyendo restaurantes Michelin, y comentarios sobre los restaurantes y la magia de las redes sociales, era cuestión de tiempo para que la estrella abriera su propio espacio gastronómico.

De hecho, cada vez que va a un restaurante lo califica con «lunas» que muchos lucen en la entrada de su establecimiento por el prestigio que les da este personaje.

Sus opiniones y comentarios se caracterizan por ser completamente honestas sin dejarse llevar por la influencia de la gente o el peso del restaurante por algún galardón de nivel que este haya obtenido. Lo que le permite hacer una reseña justa.

El propósito de Alberto es combinar lo mejor de la cocina japonesa de alta gama con un ambiente distendido y accesible. «A la gente le aburre esa rigidez de los grandes japoneses donde cenas en silencio, casi como si estuvieras en misa. Quiero ofrecer esa misma calidad, pero en un ambiente más relajado y cool», ha confesado.