
Baby pelón gigante en Madrid
Madrid
Baby Pelones gigantes aparecen en las calles de Madrid en honor los niños que luchan contra el cáncer
La finalidad es homenajear a los niños en pleno tratamiento oncológico y dar a conocer su realidad
La lucha contra el cáncer no deja de ser un reto para los investigadores de todo el mundo y, aunque la supervivencia de los niños que padecen esta enfermedad ha aumentado un 10 % en los últimos diez años en España, sigue siendo prioritario promover el apoyo y la ayuda para estos pequeños y grandes luchadores.
Por ello, la Fundación Juegaterapia ha colocado siete Baby Pelones gigantes por las calles de Madrid, con la finalidad de homenajear a los niños en pleno tratamiento oncológico y dar a conocer su realidad.
Los también conocidos como «los muñecos más bonitos del mundo», durante su décimo aniversario, han tomado las calles del barrio de Salamanca hasta el día veinte del mes de abril. Amigos de Juegaterapia, algunos famosos, como Shakira, Manuel Carrasco y Laura Pausini, han colaborado con la causa con el diseño del pañuelo que llevan los bebes en la cabeza y que representan uno de los momentos más difíciles del tratamiento: la caída del cabello.
Mónica Esteban, presidenta de la fundación ha señalado que «este año, siete de sus icónicas figuras se exhiben en pleno corazón del Barrio de Salamanca, un escenario lleno de simbolismo, para recordar que, aunque hayan perdido su pelo, siguen siendo preciosos».Puntos con Baby Pelones en Madrid

Baby Pelones en el barrio de Salamanca de Madrid
- Calle Goya, esquina Príncipe de Vergara
- Calle Velázquez, esquina Ayala
- Calle Serrano, esquina Goya
- Calle Serrano, esquina Hermosilla
- Calle Ortega y Gasset, esquina Serrano
- Calle Alcalá, esquina Narváez
- Calle Jorge Juan, esquina Velázquez
Cabe destacar que Juegaterapia es una fundación que, desde 2010, viene ayudando a niños con cáncer por medio del juego y la humanización hospitalaria. Desde la asociación benéfica realizan donaciones de videoconsolas y tabletas en los hospitales y las reparten por habitaciones de oncología pediátrica, con el fin de dibujar una sonrisa en la cara de los niños en medio de sus ciclos de quimio.