Abascal promete no dar «ni un paso atrás» ni bajar «una sola bandera» en el País Vasco: «Vamos a aguantar lo que nos echen»

Santiago Abascal lanzó ante los cientos de afiliados, simpatizantes y votantes que se acercaron a la Plaza de los Fueros, en Vitoria, para asistir al cierre de campaña, la promesa de que, independientemente del veredicto de las urnas el próximo domingo, no darán «ni un paso atrás» ni bajarán «ni una sola bandera». Especialmente dirigida a los votantes de los pueblos pequeños, aquellos donde 25, 18 o 2 personas confían en Vox.

«Ni nos vamos a acobardar, ni vamos a pactar con los enemigos de España y de la libertad. Vamos a aguantar lo que nos echen, lo que haga falta, para que esas banderas y esos principios sean algún día victoriosos en esta tierra», aseguró el líder de Vox, después de recordar a su padre, amenazado por ETA, que encabezó la candidatura del partido en el País Vasco cuando acababa de nacer el proyecto y que finalmente no pudo hacerlo porque falleció por enfermedad. Señaló que hoy estaría orgulloso de ver que «las banderas están levantadas y los principios están defendidos».

Enumeró en su intervención varias ideas de las que asegura que son verdades que otros callan u ocultan. La primera, la permanencia del miedo en la sociedad vasca, pese a que ETA dejó las armas en 2011. «Esta no es una sociedad libre. No vamos a participar del consenso ese mentiroso, del complot absurdo de decir que aquí no pasa nada», remarcó. Y en esa línea, otra segunda idea es que el separatismo ha acabado con las libertades, en el orden económico, educativo o lingüístico.

Por otra parte, en lo que han incidido durante toda la campaña y la legislatura, la creciente inseguridad en las calles relacionada con la inmigración ilegal, algo de lo que señaló como cómplices al PNV, a Bildu y al PSOE. «Han expulsado a los de ocho apellidos vascos y han traído en muchos casos a los de ocho apellidos marroquíes», expresó. También, las consecuencias de la Agenda 2030 «criminal» para los trabajadores del campo y la industria. Y el hecho de que la unidad de España esté hoy «en jaque», como también la identidad de los vascos: «El País Vasco es una región de España, que es una patria grande, una de las naciones más importantes de la historia de la humanidad», defendió.

En su discurso, criticó la «estafa» que a su juicio preside hoy la política. Por un lado, la de Pedro Sánchez, por otro, la lucha «ficticia» entre Bildu y el PNV, o la del PSOE con ambos a pesar de que pactan en Madrid, pero también la que, según criticó, existe entre el PP y el PNV. En este sentido, recriminó al partido de Alberto Núñez Feijóo que «legitime» al PNV, quien, a su vez, legitima a Bildu.

«Voto valiente»

La candidata, Amaia Martínez, arremetió contra las políticas del separatismo en el País Vasco, al tiempo que aseguró que no se resigna, y auguró que volverán a tener representación en el Parlamento autonómico. Quiso apelar al «voto valiente» este domingo. «El voto es anónimo. Nadie os va a señalar por votar a Vox. Votad tranquilos que nosotros daremos la batalla», afirmó.

También intervino el secretario general, Ignacio Garriga, que animó a mantener «la flama de la esperanza», lo contrario, dijo, a los tres partidos PNV, Bildu y PSE. Al candidato de este último, Eneko Andueza, lo asimiló a su homólogo catalán, Salvador Illa, que pese a lo que prometió, ha terminado pactando con el separatismo en Cataluña. Garriga llamó a salir a votar «en defensa propia» y «protagonizar la rebelión del sentido común».