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Empty fresh tomato and pepper shelves in a Sainsbury's Supermarke , London, UK - 03 Mar 2023

Estanterías sin mercancías en un supermercadoGTRES

Alerta de desabastecimiento en los supermercados

Hay serias amenazas sobre los campos españoles que afectan a las despensas de todos nosotros

Hasta la época del confinamiento, como muchas personas de mi generación, jamás había visto las estanterías del supermercado vacías. Era una imagen que ni siquiera imaginábamos, porque habíamos vivido en tiempos de prosperidad y abundancia, de alimentos baratos y asequibles para todos. En una espiral de variedad increíble, cada año llegaban nuevas frutas exóticas, preparaciones más complejas, productos ecológicos, variedad de todo lo que ustedes ya conocen y a veces no podíamos ni imaginar.

Ya conocía los aguacates antes de que llegaran a los supermercados españoles, pero costaba trabajo incorporarlos a la dieta normal, así que cuando los hubo en abundancia aprendimos que no eran una fruta para el postre, a preparar con ellos guacamole y que sí eran un buen ingrediente para una ensalada. Hoy accedemos a frutas exóticas, por ejemplo, algunas de cuyas variedades se producen en las zonas semitropicales del sur español. Un lujo que no vamos a poder permitirnos mucho tiempo porque sus necesidades de agua son estremecedoras, y no son cultivos adecuados para nuestro territorio.

Sandías y melones

Sin embargo, sí lo son las sandías y los melones, con variedades de secano y regadío, los clásicos de la zona de La Mancha y en particular Ciudad Real, que cuentan incluso con una IGP. Esa piel característica, rugosa y abierta, cuyos frutos de mayor tamaño apenas se encuentran en los mercados (y que son especialmente dulces, por cierto). Por su parte, las sandías son un fruto de origen africano, en España se cultivan también en La Mancha, en Levante y en Huelva. Forman parte de las tradicionales comidas del estío, parece que sin estas frutas el verano es menos verano.

Pues este año ha ocurrido, y durante el mes de julio hasta la entrada de las variedades de Castilla-La Mancha, se ha producido cierto desabastecimiento en el mercado. Una incomodidad más que un auténtico problema, porque pronto llegarán las variedades locales a abastecer la carencia. Y que se ha debido a una mala gestión del agua por parte de las autoridades, patente en los recortes del Tajo-Segura y en la imposibilidad de que los agricultores hayan podido plantar y, por tanto, producir.

Guerra Rusia-Ucrania

Esto, que puede ser la anécdota del verano, también es una llamada de atención a los canales agroalimentarios y a la fuente principal, que es el mundo rural. La cuestión es que nos hemos acomodado a consumir cualquier cosa a buenos precios y en cualquier tiempo del año, y que este ciclo se ha terminado. Especialmente si no se protege la producción local, porque la globalización, como demuestra la guerra de Rusia-Ucrania, es un factor de inestabilidad. Pero no es el único: la escasez de fertilizantes, la falta de grano y de cereal para personas y animales, está creando un ciclo complejo y atormentado. La ineptitud política, el desinterés patente por el mundo rural y agroalimentario, la incompetencia o el interés en crear inestabilidad y romper las cadenas de producción están consiguiendo el resto. La globalización se está resquebrajando y carecemos de red de seguridad, a pesar de que España sería capaz de producir una abundante cantidad de alimentos, aunque probablemente haya que renunciar a los más exóticos, o pagarlos a precios desorbitados.

Hay serias amenazas sobre los campos españoles que afectan a las despensas de todos nosotros. La cuestión de los melones y las sandías es más que una anécdota veraniega, es el futuro que les espera a multitud de productos si no exigimos mejores condiciones para los agricultores y mayores posibilidades para el sector. Que en definitiva son mejores condiciones para todos, porque cada una de esas piezas, harinas, carnes o pescados que están en el mercado llega a la despensa y a la mesa de uno de nosotros. El campo, la distribución, la globalización (con todo lo que implica de geoestrategia) y la producción local son factores que ya están en juego. No se acomoden, que vienen curvas.

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