Moda
Grace Kelly: tradiciones y supersticiones en el día de su boda
Sesenta y seis años de la boda de Grace Kelly y aún sigue de moda su estilo
La próxima semana harán 66 años de la boda de Grace Kelly con el príncipe Rainiero de Mónaco. Sesenta y seis años en los que la novia que llegó en barco de América ha influido tremendamente en la moda mundial.
Una radiante y delgadísima novia llegaba a la catedral de Mónaco tras varios días resfriada, quizás en parte debido al estrés de la circunstancia. Su vestido, creado por Helen Rose, la modista de los Estudios Metro-Goldwyn-Mayer, creó escuela y se sigue replicando hasta hoy en día. En su día costó 65.000 dólares, algo que se podría traducir por unos 650.000 euros de hoy en día.
El vestido de Grace Kelly lo cosieron unas 30 costureras durante casi 3 semanas y usaron decenas de metros de encaje antiguo, tul, seda y tafetán. Su escote ilusión en encaje ha inspirado a generaciones e incluso a la mismísima Kate Middleton el día de su boda con Guillermo de Inglaterra.
En lugar de escoger una tiara de la familia Grimaldi, Grace Kelly se decidió por una especie de tocado plano que iba unido a un velo. Los zapatos tenían un truco, un pequeño detalle supersticioso: en el derecho se incluyó un penique para darle suerte, algo que se vio años después en una radiografía de los zapatos.
El delicado encaje de Bruselas algo rosado, lo completaba un bellísimo misal antiguo de los Grimaldi, que se embelleció con perlas y sirvió como pieza prestada. Y en los encajes del tul interior de su vestido se bordó un lazo azul para que la novia tuviese suerte. Los pendientes, bastante sencillos, fueron un regalo de su madre a Grace. La princesa Gracia fue tradicional en sus atuendos, incluso en el día de su boda. Aún no ha dejado de tener influencia en la moda su estilo clásico chic, con un toque americano que siempre aligeraba su vestuario.