Victoria Beckham, Loewe y Chloé dan un giro a sus colecciones

Ya no saben qué inventar. Bella Hadid ha sorprendido durante el desfile de Coperni, posando sobre la pasarela mientras pintaban directamente sobre su cuerpo un vestido blanco. Dar algo de show es un imperativo en la Semana de la Moda de París y en Coperni, una casa menos conocida guiada por Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant, han utilizado la tecnología y el spray para actualizar las siluetas más ceñidas de hace décadas sobre una Bella Hadid casi desnuda.

Por otra parte, Victoria Beckham ha dejado atrás sus looks sencillos y eclécticos, apropiándose del estilo de Tom Ford, un sexy poderoso y contenido que el texano sacó a la luz durante su época en Gucci y más tarde en su marca homónima. La colección combinaba cuero con encajes, líneas rectas con tejidos transparentes, dureza y suavidad. Si Ford no ha desfilado últimamente, Victoria no ha dejado pasar la ocasión para «echarle la pata por lo alto» y posicionarse en el estilismo fordiano.

Loewe también ha decido sorprender utilizando réplicas de flores, preciosas calas que acompañaron escotes, cubrieron poitrines o remataron zapatos. Un tema muy de disfraz de Primera Comunión años 70 que han ejecutado con maestría y delicadeza. Se han apropiado con gracias de la muy española Costilla de Adán o Monstera deliciosa, una planta que aunque proviene de América se ha hecho con los patios y jardines de Andalucía y Extremadura. Una colección curiosa, delicada, ocurrente y divertida aunque sin hilo conductor con el estilo de la casa.

Chloé brilló de un modo muy distinto al habitual. Dejando atrás su estilo poliédrico e intelectual, a veces aniñado, presentó estilismos más estrictos. Algo que no se esperaba ahora que la argentina Gabriela Hearst ha retomado la dirección creativa de la marca. El cuero, el crochet, las cazadoras moteras y las zapatillas deportivas en plástico reciclado han actualizado y endurecido una marca antes reservada para aquellas que deseaban tener una imagen de ratón de biblioteca sexy.

Quizás Giambattista Valli fue el único de estos últimos días que ha seguido su tónica habitual de vestidos vaporosos y ultrafemeninos. Con Alexandra de Hannover y Olivia Palermo entre sus invitadas, sus tules, sus tonos rosados, sus maxipendientes y su mundo onírico se completaron con una presentación organizada por Lauren Santo Domingo en la Galería Gismondi en la que se dio a conocer la colección de vajillas ideadas por Valli por primera vez. Piezas delicadas con motivos mediterráneos que muestran que «Giamba» es un hombre del Renacimiento.