Moda
¿En qué consiste el 'granny chic'?
La nueva tendencia decorativa supone una vuelta al los estilismos de hace más de 50 años
Recordar las casas de los abuelos nos hace sentir y visualizar espacios acogedores, llenos de calor y aroma a chimenea, o con tejidos floridos y una atmósfera relajante. Esta nostalgia de los tiempos felices de la infancia ha promovido el granny chic, un estilo que retoma los ejes decorativos de las abuelas actualizándolos de modo intemporal.
Se mezclan los dibujos y tejidos creando una sensación de libertad y maximalismo muy alejado del minimalismo imperante en estas últimas décadas, recuperando así artesanías, ecología y saber hacer local. Aquí van las claves de este estilo antiguo que, remasterizado, triunfa en las casas, las campañas publicitarias y las tiendas de decoración.
1. Tarros y jarrones. Volver al pasado en cuanto a recipientes de cocina que duran años o revisitar jarrones antiguos recuperados para poner flores o simplemente porque sí, es una de las tendencias que incluye el granny chic, o chic de la abuelita.
2. Ollas y escurridores. Al igual que otras herramientas y artilugios para la cocina, las cacerolas retro, los escurridores antiguos, los peladores o los pasapurés de siempre vuelven a ocupar el lugar de las a veces inútiles máquinas modernas, aportando un toque cálido a la cocina y la elaboración de recetas. Zara Home acaba de lanzar su propia colección.
3. Crochet. Las mantas de crochet hechas de cuadrados de flores en colores son un complemento que toda abuela que se preciase hacía en los años 60/70. Ahora de máxima actualidad, incluso se usa el crochet para bolsos, alpargatas, bikinis y vestidos.
4. Papel pintado. De vuelta a los papeles pintados acogedores y algo campestres de los años 50 y 60, tan presentes en las casas de los abuelos y tan denostados durante años por cansinos o cursis.
5. Cojines de flores. Combinados entre si y abundantes, dan el toque British Country House a cualquier salón. De nuevo, se trata de replicar la naturaleza, de ofrecer asientos cómodos y de crear un espacio acogedor al máximo en el que sentirse cual polluelo en el nido.
6. Velas, candelabros y plata antigua. La luz de las velas y faroles recupera tiempos pasados en los que a veces era la única disponible. Los candelabros y las cuberterías de plata vuelven a estar de moda y los que no las tienen, las compran de segunda mano. La manía por la plata, tan de antes, sigue vigente porque se convierte en un clásico, como tantos otros elementos intrínsecamente valiosos, artísticos y elegantes.
7. Butacas tapizadas. Cuadros y flores vuelven a combinarse en sillones, sillas y butacones. El estilo «dormitorio de la abuela» propone mezclar sin miedo o bien combinar tejidos y dibujos, que no obstante es un arte. Las colchas se llenan de volantes y de pasamanería. Los manteles de hule están de máxima actualidad y las grandes casas de decoración retoman diseños y colores que nos hubiesen hecho reír hace unos años.
8. Muebles de mimbre y cestas. Las casas de decoración traen de vuelta los sillones, sofás, baúles y cabeceros de mimbre, mientras que en la moda se llevan más que nunca las cestas, los bolsos de paja y las alpargatas de yute.
9. Baños con azulejos y lavabos antiguos. Los baños retro con azulejo cuadrado en tonos como el beige o el azul claro han protagonizado recientemente anuncios y publicidad de marcas como Gucci. Se lleva recuperar los baños antiguos, al igual que las bañeras, lavabos, espejos y accesorios de antes de los años 60. También están de moda los cuartos de baño con zócalo de madera y el resto de pared en papel pintado, muy al estilo British. En cambio, los baños de los años 80 y 90 son ahora un punto medio que no atrae ni apetece.
10. Vajillas tradicionales inspiradas en siglos pasados. El que hereda vajillas, juegos de té o café, tiene la excusa perfecta para sacarlos al ruedo, sean lo retro que sean.
Aquellos que no cuentan con material de sus abuelas, se apresuran ahora a comprar piezas antiguas de segunda mano o bien simplemente adquieren vajillas nuevas inspiradas en las modas y estilos de otras épocas. Un acierto disfrutar de los pequeños placeres de la mesa.