Leonor 3.0, un protocolo aligerado de Gala de Día

De blanco. Traje de chaqueta y pantalón a medida, con sencilla coleta baja y casi sin joyas. Los 18 años de la Princesa Leonor se han festejado con su llegada en Rolls de techo de cristal y junto a su hermana Sofía al Congreso de los Diputados.

Largo aplauso a la Princesa de Asturias al jurar la Constitución, ante una Leonor probablemente sorprendida por la extendida y muy positiva reacción del Hemiciclo. La imposición de la medalla de la Cámara Baja y la imposición de la medalla de la Cámara Alta, mostraron un nuevo tipo de gala de día que Leonor ha escogido para esta fecha clave.

La gala de mañana suele consistir en chaqué para ellos y vestido largo para ellas, que eventualmente puede ser corto. Pero Leonor, condecorada con la medalla de El Toisón de Oro, ha jurado la Constitución barriendo involuntariamente a Bildu, ERC, BNG, Junts y Podemos con la elección inmaculada de un traje de chaqueta cruzada y pantalón blanco, un cierto «compromiso» entre un vestido de media gala y un uniforme militar a cargo de la sastrería Serna, que a menudo ha utilizado su padre.

Con solapas tipo esmoquin de ancho destacado, la chaqueta le ajustaba en exceso el pecho creando una arruga, punto débil de las sastrerías masculinas a la hora de cortar y coser prendas para mujer. Como su madre y su tía Cristina en el día de sus compromisos matrimoniales, Leonor ha escogido la sencillez 3.0. Le favorece el traje pantalón en general, si bien los españoles se hubieran derretido al verla con algún vestido de gala largo, blanco y recto. En el Palacio Real se le impondrá el collar de Carlos III y dará su primer discurso en tan emblemático edificio. Quizás por ello ha evitado joyas que resten importancia a sus condecoraciones.

La infanta Sofía de, azul claro y blanco, ha escogido un vestido-capa floreado de Erdem, una marca consolidada en vestidos de día y de gala que cuenta con clientas entre la realeza. El atuendo iba acompañado de cinturón de terciopelo y combinado con zapatos planos tipo merceditas del mismo material y color.

Doña Letizia de azul, el color enseña de la princesa de Asturias, se ha decidido por un elegante vestido con falda de godets a la rodilla de Carolina Herrera de hace una década, un modelo drapeado en la cintura con manga al codo y farol superior. Las dobles flores en los hombros, irregulares, hubieran quedado mejor dejando un solo lado. Recogido impecable, bolso forrado en azul de corte años 40 de Magrit y zapatos tipo salón en cuero tono beige.

El Rey llevaba chaqué con el cierre de chaqueta más alto que en otras ocasiones y pantalones ligeramente más ajustados que en el pasado. Pasando revista, la estampa ha sido insuperable, con su corbata azul, en apoyo al banderín de la princesa de Asturias y su porte espigado.