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El vestido de Madonna en ´Evita´ y otros trajes de películas icónicas que serán subastados
Con el título Luces, cámara, licitación, este vestuario de finales del siglo XX e inicios del XXI saldrá a la venta el martes 5 de marzo
El vestido de baile fucsia de Dior con el que Madonna interpretó a Eva Perón en Evita (1996) o la camisa blanca de Colin Firth en Orgullo y prejuicio (1995) salen a subasta en Londres, entre más de 60 trajes y accesorios de película.
Con el título Luces, cámara, licitación, este icónico vestuario de finales del siglo XX e inicios del XXI saldrá a la venta el martes 5 de marzo en la casa londinense de subastas Kerry Taylor.
Desde las bambalinas del taller Cosprop llegan trajes tan representativos como el de Johnny Depp en Sleepy Hollow (1999), el de Meryl Streep en La mujer del teniente francés' (1981), el de Elizabeth Taylor en El joven Toscanini (1988) o el de Nicole Kidman en Retrato de una dama (1996).
También se ponen a la venta ejemplos más recientes, como el vestido verde aterciopelado de Eddie Redmayne en La chica danesa (2015), los trajes de Colin Firth y Helena Bonham Carter en El discurso del rey (2010) o los de Jude Law y Robert Downey Jr. en Sherlock (2009).
Hay un traje que vistió Anya Taylor-Joy en Emma (2020), así como otro de Drew Barrymore en Por siempre jamás (1998) o uno de Daniel Radcliffe en La mujer de negro (2012). El vestuario no solo procede de la gran pantalla, sino también de series de televisión, como el traje de Tom Hardy en Peaky Blinders o el vestido de Maggie Smith en Downtown Abbey.
Hasta su subasta, los trajes permanecerán expuestos al público en la casa londinense Kerry Taylor Auctions. Los fondos que se obtenga de la venta se donarán en su totalidad a la fundación Bright, dedicada a facilitar el acceso a la cultura para la infancia en situación de vulnerabilidad, así como a apoyar a jóvenes artistas en su carrera dentro del ámbito creativo.
Para el diseñador de vestuario John Bright, encargado de esbozar algunos de los trajes que ahora se subastan, como el de Helena Bonham Carter en Una habitación con vistas (1985), es una suerte poder haber destinado su carrera a este fin. «Creo firmemente en que las artes y la creatividad pueden componer una infancia más feliz y sana, además de permitir que la juventud alcance todo su potencial», manifestó el fundador de Cosprop, según una nota de prensa.