Palomo Spain, un Premio Nacional que sigue viviendo en el pueblo

Alejandro Gómez Palomo, Palomo Spain, (Posadas, Córdoba, 1992) contesta mi llamada rápidamente, con excelente talante y un ruido de celebración de fondo. No en vano, ha ganado el premio más codiciado de la escena de la moda patria, el que otorga el Ministerio de Cultura anualmente, que en años previos recibieron Teresa Helbig y Angel Schlesser.

Palomo no es un creador de moda habitual, está claro. Sigue disfrutando de vivir en su pueblo, Posadas, un lugar histórico que él mismo está promocionando por todo el mundo. Se siente a gusto rodeado de su grupo de amigos y colaboradores, trabajando y celebrando los hitos que van consiguiendo a pasos agigantados. Expresivo y natural, da gusto hablar con él, sobre todo porque no se le ha subido la fama mundial a la cabeza.

«Mi marca es mi vida entera», me dijo hace tiempo cuando le pregunté que suponía para él haber creado Palomo. Y no es de extrañar en un niño que ya de pequeño se quedaba en casa de la vecina cuando su madre iba a trabajar. Allí, con la vecina modista y su hija, que tenía una colección de muñecas envidiable, ideaba y trasteaba con vestidos para las Barbies. Ya le vaticinaron: «tu serás diseñador de moda», lo que quedó sellado con fuerza al ver en familia el último desfile de Yves Saint Laurent en la tele.

Carente de muchos referentes, Yves supuso un modelo a seguir en cuanto a idear piezas sorprendentes, pantalonazos, trajes de chaqueta de impresión o camisas con lazada unisex. Londres le inspira y de los viajes suele llegar contento de nuevo al taller de Posadas, donde el equipo disfruta de sus victorias. Cuando Beyoncé llevó un vestido/capa suyo, se consagró en el extranjero. Y lo mismo le entusiasma participar activamente como jurado en un programa de diseño de moda en la televisión, que inspirar una colección de gafas o ponerse manos a la obra enviando sus pedidos.

A Alejandro Palomo le divierte estar con los amigos de charla, copeteo y flamenquito, viajar, conocer gente, estar con la familia. Y también sentirse inmerso en el desarrollo de una nueva colección, disfrutar ideando piezas y ver sus creaciones en vivo, vestidas por influencers, actrices, modelos o clientas.

La influencia de Palomo al vestir a iconos como Madonna, Harry Styles o Rosalía con su estilo barroco y aventurado, le acerca al mundo de la cultura y la música, siempre desafiando las normas de género habituales al vestir a ellos con prendas femeninas en origen y viceversa. Esa libertad le hace aportar siempre unos gramos más de entretenimiento a sus presentaciones, llenar de locura y frescura sus desfiles y representar a España con garbo y salero en el extranjero. Enhorabuena, Palomo.