Moda
Kamala Harris controla su guardarropa con rigidez
Las 5 claves de su estilismo habitual
La nueva candidata demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, Kamala Harris, cuida su imagen con escrúpulo y se asegura de no meter la pata. Si bien estos años no han servido para conocer bien su trabajo ni su modo de actuar, tampoco han sido motivo para estropear su carrera política.
Kamala Harris mantiene a raya una serie de principios de su guardarropa, que combina con prudencia y acierto. Desgranamos sus 5 claves de estilo.
1. Monocolor. Todo a una. O el azul de la bandera americana, o el rojo de la misma, o el blanco mate o el color del cielo o un rosa empolvado. Kamala no intenta destacar sino lucir cual tótem de los demócratas, sencilla pero bien visible.
2. Pantalones. Rara vez, salvo con un impecable vestido de noche dorado, se muestra la actual vicepresidenta de los Estados Unidos con falda. Mitad de la India y mitad de color, Kamala tiene la cintura alta y sus piernas permiten un largo excelente en pantalón, con lo que va favorecida y «práctica», ofreciendo una imagen neutra de poder.
3. Zapatos planos y zapatillas. En sus mítines y en las portadas de revistas, Kamala se atrevió con las más emblemáticas zapatillas deportivas de los años 70, mostrando con su personal flair que es posible combinarlas bien con traje de chaqueta y pantalón. Un acierto y una moda que ya comenzaron varios presentadores norteamericanos en los años 80.
4. Su peinado siempre igual. Media melena, algunas ondas, cabello oscuro. Harris acierta manteniendo siempre su peinado «firma», concentrando la atención en su mensaje y en sus gestos en lugar de en su recogido del día.
5. Menos es más. Los accesorios no gustan a la vicepresidenta y ahora candidata a presidenciales en noviembre. Los reduce al eterno collarcito de perlas blancas norteamericano, un básico estadounidense que han llevado jóvenes y mayores desde hace décadas. Evita grandes pendientes, anillos, brazaletes o bolsos llamativos. Todo gira en torno a su esencia y su mensaje. Y ese, por ahora, es el misterio mejor guardado por Biden estos años de Presidencia en los que Kamala ha permanecido - voluntaria o involuntariamente - en la retaguardia.