Del hooverette al vestido cruzado de Diane Von Furstenberg

En 1973, Diane Von Furstenberg reinventó el vestido que la hizo famosa mundialmente, el «wrap dress» o vestido cruzado. Pero en realidad el invento era una reedición de los vestidos de tejido de punto elásticos que se popularizaron en la Gran Depresión norteamericana. Veamos.

En el duro periodo de entreguerras, en los Estados Unidos se idearon soluciones para vestir de un modo más económico a la población. Con gran escasez de materiales, se podría decir que en realidad nacieron allí las tallas en si así como la ropa hecha según medidas predeterminadas, por lo tanto el prêt-à-porter, que luego Francia adoptó como suyo en versión luxe.

Y fue entonces, durante el mandato del presidente Hoover, que se inventaron unos vestidos de tejido de punto elástico para las amas de casa que se acabaron llamando los Hooverettes. Servían para estar en casa cocinando o cuidando a los niños, puesto que entonces pocas mujeres trabajaban fuera de casa, y para darle la vuelta (escondiendo las manchas, por cutre que suene) y recibir al marido impecable.

Estos vestidos eran reversibles, por lo que además hacían parecer el guardarropa más amplio. Al atarse cruzados, se ajustaban a diferentes volúmenes y físicos, ahorrándose en tallas y agilizando así su fabricación.

Por lo tanto, cuando Diane Simone Michelle Halfin, nacida en Bélgica en el seno de una familia judía que sobrevivió el Holocausto, inventó el wrap dress tras casarse con un príncipe alemán, estaba en realidad editando un modelo de éxito, al que recortó las solapas y el largo. Su marido, Egon von Fürstenberg, hermano de la famosa princesa Ira, que ha fallecido recientemente, le presentó a la jet set mundial y la inteligente Diane entró a formar parte del corazón de la alta sociedad neoyorquina del momento. Cuando 1987 relanzó su marca, el imaginario colectivo le otorgó el wrap-dress para siempre.