El verano con más brillo de la Reina Sofía en Palma
La madre del Rey pasea por la isla con atuendos impecables y más favorecida que nunca
En uno de sus veranos con más brillo, la Reina Sofía campa en la maravillosa isla de Mallorca con atuendos impecables y más favorecida que nunca. Ya quisieran las señoras de su edad, y las de 20 años menos, lucir con su lustre y su «chic ma non troppo».
La Reina Sofía, hija de rey, hermana de rey, esposa de rey, madre de rey, descendiente de reyes y emperadores por cualquier costado que se mire, lleva por dentro cualquier preocupación familiar sin dejar que se note. Espontánea comparada con la mayor parte de la familia, a excepción del Rey Don Juan Carlos, saluda con sencillez a la prensa, se comunica con su hijo con cariño y se agarra a sus nietas con devoción.
Más esbelta que nunca y con un bronceado profundo, Doña Sofía ha lucido su clásico peinado de un modo algo menos elaborado y con más caída. El color que lleva últimamente es extremadamente acertado. Su maquillaje, bien resuelto, incluyendo tonos marrones en ojos y labios, le favorece extremadamente. De hecho, en la jornada de regata, cuando siguió la evolución del barco de Don Felipe, lucía guapísima sin felpa ni visera, como otras veces, con el cabello al aire, maquillada, sin gafas y vestida con un favorecedor top azul marino. Chapeau.
Al día siguiente, con toda la familia y su hermana y prima Tatiana, acudió favorecida de rojo y blanco, siempre evitando el exceso de flores, que no le favorecen ya tanto. Impecable de un sport de isla discreto, conjugado como siempre a la perfección con sus collares largos combinados, con los que tiene maestría mezclando, y sus habituales numerosas pulseras. La Reina sabe combinar la joyería, la bisutería y todos los recuerdos y regalos con gran tino, al igual que siempre ha lucido las joyas de pasar de la Corona española con naturalidad y acierto.
Ayer, finalmente, volvió a aparecer de compras por la isla con su nuera y sus nietas, de nuevo luciendo brillante y sencilla a la vez, con pantalón blanco y un blusón ancho azul ultramar, un color que hemos comprobado que le favorece en extremo, casi más que ningún otro. De nuevo su collar largo de perlas, sus medallas en cadenitas de distinto largo y sus pequeños accesorios le dan un toque chic muy natural. Doña Sofía, que siempre ha tenido un excelente físico, lo sigue teniendo y este verano está especialmente favorecida. Como la gran estilista de sí misma que ya es, ha bordado como nunca ese «chic ma non troppo»: discreción y buen físico. Guapísima.