Tomelloso, enclave perfecto al más puro estilo manchego

Con la llegada de la primavera y la Semana Santa al caer, comienzan los preparativos para la primera gran escapada del año. Los destinos rurales se están convirtiendo en la tendencia principal, en un intento de huir de las grandes ciudades y disfrutar de lo mejor que tenemos en nuestro país: nuestra cultura y gastronomía.

Y en esto Tomelloso es un experto. Situado en el corazón de La Mancha, a poco menos de dos horas en coche de la capital madrileña, se sitúa entre uno de los destinos favoritos para desconectar de la rutina y disfrutar de todos sus secretos, que no son pocos. Por si aún no los conoces, te damos los puntos clave que harán que te enamores de esta pequeña localidad.

Arquitectura rural y cultura

A raíz de su fama en vinos, la conocida Ruta de La Mancha está cobrando cada vez más importancia. Sin embargo, para tener una experiencia 360 y no dejarnos nada en el tintero, la Ruta del Quijote es perfecta para descubrir la esencia manchega y que Tomelloso pase a ser un destino base para conocer La Mancha por su situación geográfica privilegiada.

En esta ruta es normal encontrarse con los famosos bombos de la localidad, construcciones rurales hechas a base de poner piedra sobre piedra, que se utilizaban para guardar los utensilios de trabajo del campo. De hecho, es tal su importancia, que existe una ruta específica de Bombos homologada. Toda la información de la misma está disponible para el viajero. Además, la ciudad tiene una amplia oferta cultural, de la que podemos destacar la exposición Trilogía, que estará abierta al público del 1 de abril al 5 de mayo.

Una naturaleza protegida

Tomelloso, además de cultura y vinos, es naturaleza. Y es que a pocos kilómetros de la localidad se encuentra el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, una zona ideal para la observación de aves, o para simplemente disfrutar de uno de los paisajes manchegos más espectaculares. Sus cascadas y aguas turquesas son un reclamo para todos aquellos que pasan por esta zona de La Mancha, con 15 lagunas para ser disfrutadas por todo aquel que las visite. Tienen una extensión de unos 30 kilómetros, por lo que se puede dedicar un día entero de desconexión en la naturaleza a poca distancia de Tomelloso.

Además, bajo esta la localidad de Ciudad Real, se extienden más de 4.000 cuevas horadadas para el almacenamiento de vino, con salida al exterior a través de las famosas lumbreras, unas rejillas de respiración que se pueden percibir desde las calles. En muchas de estas cuevas aún podemos encontrar muchos de los utensilios artesanales que se utilizaban para la elaboración de vino. Hoy en día, las cuevas han sido sustituidas por la tecnología, ¡pero el valor histórico es inigualable! Para reservar una visita es tan sencillo como acceder a la página donde se gestionan.

Su oferta gastronómica

Tomelloso posee el reconocimiento de ser hogar de los viñedos más extensos del mundo, con unas 500.000 hectáreas. Y es que a partir de sus uvas se producen algunos de los vinos más famosos de Castilla-La Mancha. Por lo tanto, es una parada obligatoria para los amantes del enoturismo.

La gastronomía de Tomelloso en Semana Santa destaca por su plato más famoso de Cuaresma, por supuesto, exento de carne: el potaje de garbanzos, rellenos, bacalao y espinacas. Tampoco podemos olvidarnos de los dulces típicos de estas fechas, como son los rosquillos, hojuelas, torrijas y las flores. Además, la localidad tiene algunos platos emblemáticos, que surgen de la tradición del trabajo en el campo. Entre los más destacados están las gachas, una comida consistente en una especie de velouté con varios acompañamientos, como chorizos o panceta de cerdo. Sin embargo, si queremos algo más elaborado, una caldereta de cordero manchego es ideal para días de celebración, especial en sabor y ternura.