Fundado en 1910
Son Brull

El hotel Son Brull

Dormir como un monje para encontrarse con uno mismo en Semana Santa

Recorremos los mejores templos para sibaritas en antiguos monasterios y abadías

En otro tiempo alojaron monasterios, conventos o abadías. Han sufrido mil avatares y sus muros guardan parte de ese interesante pasado, a veces ligado a la vida contemplativa, al silencio, al estudio, a la oración, a la agricultura, en definitiva, al ora et labora. Y aunque ahora tengan otros destinos, es como si conservaran algo de ese poso que invita al recogimiento y a la vida lejos del ajetreo. Reconvertidos en hoteles de lujo, son los nuevos refugios para sibaritas que huyen de la vida hiper moderna, de las prisas y aprecian, como tal vez nunca antes, sus muros, sus claustros, sus huertos, sus silencios en parajes privilegiados. De algunos solo quedan ruinas y otros conservan hasta pilas bautismales del románico, retablos y bibliotecas transmutadas en restaurantes gastronómicos. Los nuevos templos para sibaritas nos reconectan con esos mundos que dejamos atrás y que parece que queremos recuperar.

Los pertenecientes a la Red de Paradores Nacionales de Turismo tal vez sean los más conocidos, pero conforme España ha ido apostando por opciones turísticas diferentes a sol y playa y ha ido valorando más su riquísimo ligado histórico y artístico, han ido abriendo hoteles de lujo que recuperan estas joyas y permiten disfrutaras con las máximas comodidades.

Abadía Retuerta

Abadía Retuerta

En esta nueva generación de establecimientos donde disfrutar del «lujo monacal» destaca el cinco estrellas Abadía Retuerta Le Domaine, que ha conseguido situar a la ribera del Duero en la ruta para sibaritas y posicionarse como un hotel destino, especialmente para los amantes del enoturismo, tanto nacional como internacionalmente. La abadía o monasterio de Santa María de Retuerta fue la primera fundación premostratense en España y se instituyó como casa madre de la Orden en Castilla. Situado en la orilla izquierda del río Duero, a unos veinte minutos de Valladolid, pertenece al grupo empresarial privado Novartis. Las ventajas de tener como propietario a una multinacional farmacéutica suiza son más que evidentes: es fácil intuir las grandes sumas de dinero invertidas en una restauración impecable, en las nuevas instalaciones como el spa, en el nivel de servicio.

La larga historia de esta abadía transcurre entre los siglos XII y XVIII. Conserva en excelente buen estado la iglesia, la sala capitular, el claustro, el refectorio y la hospedería. Recorriendo estas estancias descubriremos una sensacional pila bautismal que quizá tenga cerca de mil años o las firmas de los canteros del siglo XII talladas y camufladas en algunas paredes. Enclavada en un finca de 700 hectáreas, destaca por sus servicios, por su propuesta gastronómica y por su spa, seguramente el mejor de la «España vacía». Su restaurante ocupa el antiguo refectorio, del que toma el nombre, y es de los pocos de Castilla y León que luce una estrella Michelin. El hotel ha ido poco a poco reforzando y ampliando otras ofertas culinarias, En su restaurante Vinoteca estrena esta temporada cambio de imagen con un espacio más cálido y acogedor, pero que mantiene ese espíritu de taberna castellana contemporánea que le caracteriza y donde el alma sigue siendo el vino. Ha recuperado el ‘Huerto de los Monjes’, una huerta propia, y que sirve de despensa a sus restaurantes, ofreciendo más de 150 productos distintos entre hortalizas y plantas, y maridados con una selección muy llamativa de vinos por copas que irá permanentemente cambiando. Calicata Terroir Bar, su wine bar estacional, abre de nuevo para Semana Santa, una sensacional terraza situada entre las viñas de la propiedad. El año pasado inauguró la Terraza Jardín de Hospedería, un lugar para disfrutar de las vistas del extraordinario edificio románico.

Amantes del vino

Los amantes del buen vino tienen en Terra Dominicata otra más que recomendable opción. Este pequeño y lujoso hotel se levanta en el Parque Natural de la Sierra de Montsant, en el norte de la comarca del Priorat. Montañas, historia, vestigios de otras épocas en tierras tarraconenses, elegidas en el siglo XII por los cartujos para establecer su primer monasterio en la Península Ibérica. La Cartuja de Scala Dei fue fundamental en el origen del cultivo de la vid de esta región de tan buen cartel vinícola y el hotel forma parte del complejo que en su día levantaron los cartujos. El paisaje es extraordinario y se diría que rinde homenaje a la regla del silencio: las habitaciones tienen todas las comodidades pero no disponen de televisión. El hotel se levanta en la antigua granja de los monjes cartujos, edificio protegido dentro del parque natural. Natura, silentium y vino. Así reza el lema de este cinco estrellas que se extiende en una finca de 130 hectáreas donde encontrar respeto al entorno y al legado histórico, excelente beber y yantar, y un interiorismo elegante y actual en esa España rural a pie de montaña.

Terra

Terra Dominicata

Campo, montaña y mar. Una última recomendación para esta Semana Santa de este lujo monacal nos lleva hasta Pollença (Mallorca), a la que es sin ninguna duda una de las joyitas hoteleras de la isla. Su historia se remonta al siglo XII y conserva maravillosamente algunos elementos de cuando fue alquería árabe, como la almazara, una de las pocas originales de doble vía que quedan en Mallorca. El edificio cambió de uso varias veces antes de convertirse en hotel. Su forma actual se debe en gran medida a los jesuitas, que lo perdieron durante el reinado de Carlos III y pasó entonces a manos privadas. De tan solo 23 habitaciones, tiene un toque contemporáneo que une a estos muros y escalinatas llenos de historia y a los sabores de su propio huerto, donde se cultivan productos biológicos como el aceite de oliva, la ginebra, algunos vinos, cítricos, hortalizas y verduras. Un sitio realmente delicioso para la vida contemplativa en las antípodas de Magaluf.

comentarios
tracking