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Pampaneira

Cumple con todos los requisitos propios de la comarca granadina de la Alpujarra

Viajar

El pueblo español que 'The Times' destaca como uno de los más bonitos del mundo

Un destino imprescindible en la ladera sur de Sierra Nevada con casas blancas encaladas y jarapas de colores brillantes

«En una tierra de tanta riqueza, no es fácil elegir los pueblos más bonitos». Así comienza The Times un artículo en el que destaca la belleza de nuestro país en todos y cada uno de los 8.132 municipios que hay con una población de 15.000 habitantes o menos. «Hasta que lleguen las vacaciones podríamos discutir cuál tiene el castillo más espectacular, la plaza más encantadora o cuál evoca mejor la magia del sol y la sombra españoles», detalla el diario.

Lo sencillo sería, en sus propias palabras, preguntar al experto por antonomasia: la asociación Los pueblos más bonitos de España, que los ordena por su belleza siempre y cuando tenga los citados habitantes y un patrimonio arquitectónico o natural. En base a ello, la selección pasa a formar parte de un selectivo club formado únicamente por 105 privilegiados que ven cómo el turismo se despierta en cuando se les da esta denominación. No muy lejos de la Costa Blanca, por ejemplo, el pueblo El Castell de Guadalest, que desafía la gravedad y tiene tan solo 217 habitantes, recibe dos millones de visitantes al año.

En el otro extremo, están aquellos destinos que también se ubican en las zonas más profundas y rurales de España, pero son tan desconocidos que ofrecen otro tipo de lujo turístico, mucho más local, menos masificado y con una gastronomía y cultura igual de fabulosas.

De entre todos ellos, The Times destaca una joya en sí misma situada en la Alpujarra, en la vertiente sur de Sierra Nevada y a poco más de una hora de Granada: Pampaneira. De hecho, no solo mencionan este pueblo, sino dos más ubicados en las inmediaciones: Bubión y Capileira. Los tres se extienden a lo largo de un tramo de tres kilómetros de la A-4129 por encima del barranco de Poqueira, uno de los espacios más visitados de la provincia por su espectacular panorámica de la zona.

Pampaneira, en concreto, no sólo tiene la consideración de conjunto histórico-artístico, sino que ha recibido como el Primer Premio Provincial de Embellecimiento de Pueblos en dos ocasiones, el Premio Nacional de Turismo de Embellecimiento y Mejora de los Pueblos Españoles.

pampaneira (Granada)

Se caracteriza por sus casas encaladas y sus jarapas de colores

Con una extensión de 18 kilómetros cuadrados y una altitud de 1.000 metros sobre el nivel del mar, enamora a los turistas que se unen a sus 300 habitantes con el encanto andaluz de los pueblos blancos. Sus casas encaladas en este tono combinan a la perfección con sus calles empedradas, sus balcones repletos de flores y un entorno montañoso con vistas azules y verdes impresionantes.

Su origen latino 'pampinus' hace referencia a la frondosidad de sus tierras regadas por el río Porqueira. Al estar en un enclave privilegiado de la naturaleza, donde el agua cobra un protagonismo singular, son muchas las acequias y fuentes que uno puede encontrar al pasear por su casco histórico. La más conocida es la de San Antonio, conocida como Chumpaneira, a cuyas aguas se atribuyen poderes mágicos amatorios. Que esté en los límites del Parque Nacional de Sierra Nevada, hace que resulte tentador realizar rutas de senderismo y encontrar pozas naturales donde darse un baño en verano o disfrutar de las pistas de esquí en invierno.

Village fountain in Pampaneira Las Alpujarras Andalucia Spain

La famosa fuente de San Antonio, conocida como Chumpaneira

Entre sus numerosos atractivos destaca también la gastronomía alpujarreña, que combina la tradición morisca de las masas azucaradas y especiadas como los roscos fritos, bizcochos con frutos secos y las tortas, con otros platos y productos que se han convertido en referencias culinarias de la zona. Eso sí, siempre con el cerdo como denominador común, destacando sobre todo un suculento plato alpujarreño que nace de la combinación de patatas panaderas, huevos, chorizo, morcilla, jamón y otros deliciosos cortes de cerdo.

Junto a la comida, hay otras dos obligaciones que cumplir antes de irse de la zona. La primera es visitar la iglesia de la Santa Cruz, que data del siglo XVIII y mantiene parte de su artesonado mudéjar. La segunda, hacerse con alguno de los productos más famosos del pueblo: las jarapas y alfombras de colores brillantes tejidas de modo tradicional.

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