Esquí en el volcán más activo de Europa

El esquí es un deporte de riesgo. Mayor es el riesgo cuando el esquiador tiene poca experiencia, está desentrenado por no practicar deporte con frecuencia, o la dificultad de las pistas es muy elevada. Pero un riesgo con el que no se suele contar a la hora de evaluar los accidentes y peligros es el de la erupción de un volcán. Este acontecimiento es posible en la estación de esquí Etna-Nord, que desciende por la cara norte del volcán Etna, en activo desde hace medio millón de años.

El volcán se encuentra en la costa este de la isla italiana de Sicilia y ha registrado gran actividad en las últimas dos décadas. La última erupción fue a mediados de julio del pasado 2024 y, aunque se considere actividad volcánica de bajo nivel, fue protagonizada por lenguas de lava y leves emisiones de magma. Sin embargo, en la época invernal el paisaje se tiñe de blanco y permite a los más aventureros adentrarse en sus laderas. A la estación se accede desde el pueblo de Linguaglossa, y cuenta con 10 kilómetros esquiables a una altitud de entre 1.810 y 2.336 metros.

El plan puede resultar más apetecible para aquellos que practiquen freeride debido a que los descensos fuera de pista son mucho más amplios y con unas vistas privilegiadas del mar, pero hay remontes también para los que se prefieran ceñir a las pistas pisadas. Las pistas son azules y rojas (niveles intermedios), por lo que será un buen sitio para desoxidar pericia abandonada. El forfait debe sacarse en persona al llegar a la estación, y una vez dentro se tendrá acceso a diversas instalaciones de ocio como cafeterías, tiendas de material deportivo y escuelas para los principiantes. Asimismo, al llegar a Piano Provenzana, ya dentro del parque natural donde se encuentra la estación, hay un aparcamiento para facilitar el acceso.

Además de espacio para el esquí y el snow, hay otras actividades deportivas organizadas como descensos en trineo, senderismo y excursiones en raquetas de nieve o esquí de fondo. También hay cabida para actividades culturales como el museo vulcanológico, un jardín botánico, el acuario de Giarre y un museo de la lava.