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Un niño observa su ordenador

Casi la mitad de los niños de primaria accede a pornografía en internet sin querer

Más del 90 % de los jóvenes utiliza las redes sociales de manera habitual y muchos padres desconocen sus factores de riesgo y protección

Los niños y adolescentes son la población más vulnerable al hacer uso de las nuevas tecnologías y, por ello, es importante saber cómo potenciar los aspectos positivos de las nuevas tecnologías y las redes sociales minimizando los riesgos que llevan asociados. Jesús Villanueva, psicólogo sanitario y subdirector de la clínica Recurro-Ginso, explica que «es importante acompañarlos en sus primeros pasos en Internet, y compartir con los menores, según edad y nivel de madurez, algunas redes y aplicaciones, fomentando el uso y contenido apropiado».

El 40 % de los niños y niñas madrileños escolarizados en Primaria aseguran que han visto contenido sexual en Internet sin querer, según un estudio de esta clínica, como parte de su programa especializado en salud mental infanto-juvenil.

Los expertos consideran que reforzar la alfabetización digital y una educación afectivo-sexual adecuada «es clave» para prevenir, reducir y evitar múltiples riesgos como la exposición a contenidos inadecuados (violencia o pornografía), retos virales peligrosos, el ciberacoso, o la adicción a las redes y a las nuevas tecnologías.

En colaboración con la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid, han desarrollado la guía de buen uso de las nuevas tecnologías, que tiene como objetivo concienciar tanto a padres como a profesionales de la educación sobre la realidad de las nuevas tecnologías, abordando de manera resolutiva los riesgos que plantean en edades tempranas y potenciando, a su vez, los aspectos positivos. Desde edades mínimas de uso, controles parentales, ciberacoso, privacidad e intimidad en la red, videojuegos, sexting y redes sociales; hasta un glosario de términos específicos, retos, aplicaciones y programas.

Además, las redes sociales permiten crear comunidades, páginas o grupos que comparten intereses, inquietudes y pensamientos, generando un sentido de red segura con la que tratar temas que, fuera de Internet, pueden ser infrecuentes y minoritarios, facilitando conectar y estimular los vínculos entre los miembros de la red. En definitiva, las redes sociales ofrecen aspectos positivos pero es esencial conocer su funcionamiento para potenciarlos.