Un estudio desvela que los hermanos mayores tienen mayor éxito académico
El informe analiza la influencia del orden de los hermanos entre los años 1900 y 1966 en España. Así, desvela que los primogénitos estudian de media 7,2 meses más que los terceros hijos
En 1927, el médico y psicoterapeuta Alfred Adler fue el primero en teorizar sobre cómo afecta el orden de nacimiento a la manera en que se comporta un niño. La preguntaba que le rondaba como mosca detrás de la oreja era por qué hermanos de una misma familia parecían tener personalidades distintas. La respuesta la halló en la manera en que los padres trataban a sus vástagos, que cambiaba dependiendo de si eran los primogénitos o los pequeños de la casa.
Desde entonces se ha indagado mucho sobre el tema. Lo empezado por Adler fue continuado por el psicólogo estadounidense Frank Sulloway en 1996, que concluyó que estas diferencias podían deberse a la teoría de la supervivencia de Charles Darwin: dentro de cada casa los hijos debían luchar y diferenciarse de sus hermanos para conseguir la atención de sus padres para sobrevivir.
¿Importa ser el pequeño?
¿Importa ser el pequeño, el mayor o el mediano dentro de la familia? Si Adler, Sulloway o Darwin hubiesen sido gallegos, habrían dicho: «depende». Y, ¿de qué? Pues del para qué. Cada hijo es único y diferente, pero ante su nacimiento los padres van cambiando y cuántos más tienen, más entrenados están.
Un reciente estudio elaborado por Miguel Requena, profesor de Sociología de la UNED, ha encontrado una gran diferencia en lo que a la educación de los hijos se refiere cuando estos eran los primeros o los últimos en llegar a casa. Titulado Orden de nacimiento, tamaño de los hermanos y nivel educativo en la España del siglo XX, el informe analiza la influencia del orden de los hermanos entre los años 1900 y 1966 en España. Así, desvela que los hijos primogénitos estudian de media 7,2 meses más que el tercero.
Esa ventaja la adquieren los hermanos mayores en los años que pasan siendo hijos únicos hasta que vuelve a llegar la cigüeña. En ese tiempo reciben una mayor atención de sus padres para apoyar su educación, pero también las conversaciones de las que se ve rodeado tienen un tono más adulto, más serio y maduro de lo que serán cuando niños más pequeños correteen por casa. Para cuando llegan los segundos y los terceros, los padres cambian de registro y se habitúan a un ambiente más infantil en el hogar.
La desventajade ser hijo único
Los mayores, los mejores (en el ámbito académico), pero no ocurre lo mismo cuando se trata de hijos únicos ni en las familias más numerosas. Quienes cuentan con la mayor ventaja educativo, según el estudio de Requena, son los primeros hijos de una familia con dos hermanos. En estos casos, el autor explica que esto se debe a que al nacer su hermano pequeño, el mayor se convierte de manera casi automática en un mentor para él. El esfuerzo cognitivo que le requiere es lo que hace crecer su desarrollo educativo.
El primogénito de un dúo de hermanos cuenta con 9,6 meses más de formación que un hijo único en términos brutos, según apunta el informe, y 2,4 en neto. Los datos se revierten cuantos más miembros hay en una familia. Cuanto mayor es el número de hermanos, mayor es su riesgo de abandono escolar temprano ante la necesidad de tener que dividir los esfuerzos para todos y haciendo decrecer esa ventaja con la que contaban los hermanos mayores conforme va aumentando la familia.