Semana de la Familia
El arzobispo de Burgos, en la Semana de la Familia del CEU: «Cuidar a la familia es cuidar a la sociedad»
El evento cuenta con más de 15 ponentes de alto nivel, ofreciendo una oportunidad única para profundizar en temas familiares relevantes
«Cuidar a la familia es cuidar a la sociedad»: con esta afirmación, monseñor Mario Iceta, arzobispo de Burgos y promotor del Máster de Familia de la UFV - CEU, ha inaugurado la I Semana de la Familia organizada por la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y la Universidad CEU San Pablo. Este evento, que se celebra del 1 al 5 de julio, está diseñado para los estudiantes del Máster de formación permanente en Matrimonio, Familia y Vida, impartido conjuntamente por ambas universidades.
Monseñor Iceta reflexionó sobre la separación moderna entre el evangelio y la cultura, destacando cómo la antropología contemporánea se ha vuelto refractaria al evangelio, incapaz de recibir su mensaje. Él ha resaltado la importancia de las «minorías creativas» en la Iglesia, grupos que, aunque pequeños, tienen un gran impacto cultural y espiritual. Así ha citado ejemplos históricos como san Benito, san Ignacio de Loyola y santo Domingo de Guzmán, quienes transformaron la sociedad a través de sus obras.
La familia como minoría creativa
Xosé Manuel Domínguez Prieto, director del Instituto de Familia de Orense y del Centro de Acompañamiento Familiar Edith Stein, ha continuado con una conferencia sobre el arte de acompañar a la familia. Domínguez Prieto, quien ha dedicado su carrera al acompañamiento de matrimonios y familias, destacó la importancia de este proceso en la sociedad actual. Subrayó que el acompañamiento no es simplemente estar presente o dar consejos, sino un proceso profundo de apoyo y guía, en el que se busca fortalecer a las personas y ayudarles a encontrar su propósito y misión en la vida.
En sus propias palabras, Domínguez Prieto afirmó: «El acompañamiento familiar no es hacerme presente o dar consejos, sino un metacoaching, repensado desde una antropología personalista, que busca la plenitud personal y comunitaria». Destacó que el Papa Francisco ha enfatizado en repetidas ocasiones la necesidad de formar a personas capacitadas para acompañar a otros, incluyendo laicos, sacerdotes, consagrados y matrimonios. «Los cristianos tenemos que ser expertos en el arte de acompañar», añadió Domínguez Prieto, subrayando que el acompañamiento no debe centrarse en los aspectos negativos, sino en fomentar lo positivo y las fortalezas de las personas. Explicó que es fundamental observar los patrones de comportamiento y comunicación en las familias y ayudarles a mejorar sus interacciones.
Herramientas para enfrentar los retos de hoy
Domínguez Prieto enfatizó que el acompañamiento familiar debe ser una vocación, una respuesta a la llamada del Señor ante la necesidad de la sociedad actual. «Hay que formar matrimonios para que acompañen bien a otros matrimonios», dijo. Además, mencionó que el proceso de acompañamiento debe ser sensible a las heridas y necesidades de las personas, ofreciendo un entorno seguro y de confianza donde puedan explorar y resolver sus problemas. «Es importante desactivar lo negativo desde el comienzo y fortalecer lo positivo», explicó. También habló sobre la importancia de proponer experiencias significativas que promuevan cambios de perspectiva y fortalezcan los lazos familiares. «No se trata de mirar al pasado, sino de avanzar hacia adelante y hacia arriba», concluyó.
Después de dos días de conferencias en la Universidad CEU, la I Semana de la Familia ha continuado en la Universidad Francisco de Vitoria con la participación de destacados expertos, académicos y familias, quienes se han reunido para reflexionar y aprender sobre el papel fundamental de la familia en la sociedad actual. Las actividades programadas durante la semana buscan ofrecer herramientas para enfrentar los retos contemporáneos y fortalecer la importancia de la familia.