Adiós a las galletas y el zumo de brik: así debería ser el almuerzo de tu hijo

el bocadillo es la merienda preferida de los niños españoles para el recreo o para tomar después del colegio. Así lo ha constatado el Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles de la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY). El pan con embutido se alza con el primer puesto de este ranking con bastante ventaja sobre las galletas o la bollería, la fruta y el yogur.

Además, el bocata es también la opción más socorrida para los padres. El 63 % de las familias opta por ponerlo en la mochila del menor para que pueda reponer fuerzas en el patio. No obstante, no debería ser la alternativa principal. En el que sería el almuerzo ideal habría que descartar en primer lugar la bollería industrial. Un estudio del grupo Foodlab, de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) concluye que la gran mayoría de niños en edad escolar toman meriendas poco saludables, en las que abundan los azúcares y los productos ultraprocesados.

La merienda es, en general, una comida poco estudiada, pero las investigaciones hechas hasta el momento han detectado que es una de las ingestas diarias que suele incluir más proporción de alimentos insanos. Por otro lado, las investigaciones sobre alimentación de niños y adolescentes de toda Europa en edad escolar señalan el deterioro de la calidad de su dieta debido al aumento del consumo de cereales refinados, bollería, comida rápida y bebidas azucaradas, entre otros alimentos.

Agua y fruta

Distintos comités de expertos, como la Asociación Española de Pediatría, recomiendan priorizar la bebida de agua, en lugar de cualquier tipo de zumo o refresco para el momento del recreo. Por el lado de la comida, desde Nutriendo, un proyecto de la Academia Española de Nutrición y Dietética y la cadena de supermercados Aldi, explican que un bocadillo es saludable si cumple tan solo tres condiciones: que el pan sea integral, que esté relleno de alimentos saludables y de calidad y que su tamaño se adapte al apetito y las necesidades del niño.

No obstante, ponen énfasis en la fruta, que es preferible tomar en piezas enteras y no en zumo. Aunque se ingieran en otras comidas, recuerdan que son necesarias tres frutas al día. Aunque la manzana, el plátano o la pera viajen con el niño en la mochila, nada asegura a un padre que se la vaya a comer. Por ello, para hacerlo más sencillo, sobre todo cuanto más pequeño es el alumno, recomiendan cortarla y meterla en un túper hermético.

Otra alternativa saludable serían los lácteos, tanto directamente los briks de leche como un yogur bebido. Descartan, en cambio, los batidos, por su alto contenido en azúcares. Cualquier merienda puede acompañarse también con un puñado de frutos secos, aunque según indican, mejor que no estén fritos ni sean salados.