
Bajo circunstancias normales, una persona católica se casa en la iglesia de la parroquia en dónde vive
«¿Qué dices, cariño?»: el arte de escuchar al cónyuge reduce el riesgo de divorcio
La falta de comunicación es un problema que sufren muchos matrimonios, sobre todo con el paso de los años. Un estudio de la Universidad de Chicago asegura que escuchar empáticamente al otro lleva a la «satisfacción conyugal»
«Cariño, estoy triste: siento que no me escuchas», dice la mujer. A lo que el marido responde: «Pues no sé, chiqui, una tortillita para cenar, o algo así». El popular chiste esconde, como suele ocurrir, una verdad de fondo: la falta de comunicación es un problema que sufren muchos matrimonios, sobre todo con el paso de los años. Y eso que en las relaciones matrimoniales, escuchar al cónyuge de manera real y efectiva es mucho más que oír sus palabras y puede llegar a evitar —o a acelerar— una severa crisis e incluso una ruptura.
Un estudio publicado por la Universidad de Chicago, demostró que la capacidad de escuchar empáticamente a la pareja está estrechamente vinculada a la «satisfacción conyugal». La investigación, desarrollada en 2017, demostró que las parejas que practicaban la escucha activa y sin distracciones experimentaron menores niveles de conflicto, incluso con las familias políticas, y contemplaban de forma más optimista el futuro en común, porque decían sentirse comprendidos y acompañados tanto en los buenos como en los malos momentos.
El gran poder de la empatía
La empatía, que la RAE define como la «capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos», es crucial cuando surgen desacuerdos. Y la capacidad de escucha atenta es uno de sus mayores exponentes. Por ese motivo, otro estudio de la Universidad de Stanford, los matrimonios que mostraban empatía al discutir problemas de la vida común, tendrían a encontrar soluciones más efectivas y a desgastarse menos emocionalmente.

Los cinco lenguajes del amor
El consejo de un experto internacional que podría evitar el 75 % de los divorcios
Según los estudios de Standford y Chicago, las parejas que practican la empatía a través de la escucha activa son hasta siete veces más felices y terminan por adelantarse a los problemas de su cónyuge antes de que puedan producirse.
Se escuchan mejor las palabras bonitas
Aunque en el arte de escuchar hay dos actores, y de ahí que sea tan importante prestar atención como elegir bien las palabras que se dicen. «Muchas parejas nunca han aprendido el tremendo poder de las palabras para demostrarse amor el uno al otro», explica Gary Chapman, terapeuta familiar y autor de la célebre teoría de Los cinco lenguajes del amor.
Chapman, que ha vendido millones de libros para ayudar a las parejas a expresar su amor de las cinco maneras más comunes, explica que para una comunicación eficaz, conviene evitar sobresaturar al cónyuge con conversaciones inacabables y estériles, e introducir «cumplidos verbales y palabras de aprecio, que son poderosos comunicadores del amor».
Y da algunas pistas, para incentivar al cónyuge a estar más atento a lo que se dice en casa, y que no es sino usar cumplidos a través de «afirmaciones sencillas y directas, tales como ‘te sienta muy bien ese traje’, ‘siempre estás impresionante con ese vestido’, ‘me gusta mucho que seas puntual para recogerme del trabajo’, ‘gracias por conseguir las niñeras para esta noche, quiero que sepas que no lo doy por sentado’ o ‘tú siempre logras hacerme reír’», recomienda el terapeuta.
Consejos para escuchar bien
Junto a la recomendación de evitar distracciones al escuchar (como, por ejemplo, estar mirando el móvil), Chapman da otros consejos eficaces para practicar el arte de la escucha activa. Especialmente, mirar a los ojos, asentir con la cabeza, repetir alguna de las frases que ha dicho el cónyuge, hacer preguntas que aporten más información relevante, o tratar de identificar los sentimientos de la otra persona, incluso a través de preguntas directas.
Trucos sencillos y al alcance de la mano de cualquier matrimonio, que pueden suponer una diferencia esencial para mejorar la vida de la familia y prevenir las crisis.