Almudena Cid vuelve a sonreír tras su separación de Christian Gálvez
La exgimnasta se ha abierto en canal con el ánimo de confesar los aprendizajes extraídos de ‘Una historia de amor’, la obra teatral que le ha hecho convertirse en una actriz de éxito y entender el desamor en un momento clave de su vida sentimental
Almudena Cid ha encontrado en su nueva obra teatral los motivos que le han llevado a experimentar el desamor en su relación con Christian Gálvez. La exgimnasta y el presentador decidieron romper su matrimonio e iniciar vidas por separado hace aproximadamente mes y medio. Desde entonces, ninguno ha querido pronunciarse al respecto como tal, ni ahondar en los motivos que los han llevado a tomar esta drástica determinación.
Sin embargo, aprovechando el pase gráfico de Una historia de amor, obra teatral en la que interpreta al papel protagonista, la deportista olímpica se ha sincerado frente a los micrófonos de Gtres durante una entrevista exclusiva en la que ha comparado la trama del espectáculo que le ha robado el corazón con su propia experiencia personal.
Su salto a la interpretación le ha llevado a realizar un complicado ejercicio de reconocimiento a sí misma, pero ha sido en esta obra donde ha encontrado un verdadero antídoto para afrontar el que tal vez sea uno de sus peores momentos a nivel personal. Aclara que este proyecto está siendo tan «terapéutico» como «sanador», pero sin duda, su gran aprendizaje lo atribuye al hecho de haber conseguido entender que no se acaba el amor por «el motivo de un fin», sino que «los motivos vienen antes y generan esta causa».
Alegre, fortalecida y dispuesta a seguir su camino, Almudena Cid le pide a este nuevo año que acaba de comenzar estar tan bien como lo está ahora, a pesar de que su separación del mostoleño le ha hecho atravesar una etapa dolorosa de la que afortunadamente ha conseguido extraer «cosas bellas».
–Almudena, ¿estás nerviosa?
–Sí, sí, un poco inquieta. Con ganas, emocionada también porque estar en este teatro para mí es muy especial. Siempre he venido a ver funciones y es muy bonito. Siempre he dicho cuándo podré estar en ese escenario. Y mira.
–¿Cómo asimilas estar delante de tanta gente?
–Bueno, es que sabes que en el deporte repetimos mucho el trabajo y aquí son 40 días de ensayos y luego ya lo que ocurra en la función. Son las propias funciones las que van dándote el bagaje. Ahora hemos hecho un parón de un mes y entonces venimos a un teatro donde hay un poco de inclinación, entran y salen objetos, tenemos que frenarlos. Entonces es como a nivel estructural, es lo que yo ahora mismo estaría un poco más inquieta. Pero por lo demás, una vez que arranquemos el primer día, es lo que hemos vivido en los teatros del Canal, que ha sido un disfrute y yo creo que aquí en el Infanta Isabel va a ser igual.
–¿Cómo vino a ti el papel de Clara?
–Bueno, fue muy gracioso porque me convocó Alexis Michael, que es el director y fue en pandemia. Me acuerdo, que llevábamos mascarilla. Nos dijeron solo va a ser una secuencia y va a ser leída. Nos sentaron a todos en una silla y me dijo tú eres bailarina. Entonces en los silencios, pues yo me ponía en la silla a mover los brazos, a mover los pies, haciendo ahí como si fuera una bailarina de clásico. Y luego cuando salí dije: pero qué ridícula, cómo puede ser que haya hecho un casting así haciendo ballet en una silla. Me llamaron y me cogieron. Así que dije no puede ser. Cuando piensas que no te van a coger, te cogen y cuando crees que te pueden coger, no te cogen.
–Viene de una obra con mucho éxito en Francia.
–Sí, sí, es una obra que ha funcionado. Lleva dos mil funciones en Francia y es que es preciosa. Cuando venga la gente verá que tiene un ritmo frenético. Es muy cinematográfica. Bueno, yo hago cuatro personajes, luego hago el de Clara, principal mío, pero es que están todos los compañeros. Es increíble el trabajo de mis compañeros. Yo no me imaginaba nunca estar rodeada de Silva, de Aura, de Félix, de Nacho y de Loreto. Miro el cartel y a veces me da como no se. Pero sí, sí, tengo esta cosa que me cuesta, porque ellos tienen mucho recorrido y sin querer tienes esta pequeña inseguridad. Pero luego claro, ves el trabajo y pienso que tiene sentido que esté.
–Todo el mundo tiene un principio.
–Llevo ya desde el 2008. Lo que ocurre es que para mí es la primera vez que me dan una oportunidad así con un cartel y un elenco como el que tenemos. Y también he estado en la obra La cocina, de Sergio Peris Mencheta. Luego Linda Vista, con Toni Cantó; con Ylenia Baglietto, con Nuria Herreros, que he tenido compañeros increíbles, pero tanto tiempo en los Canal y aquí otros dos meses y luego gira, eso yo no lo he vivido nunca. Entonces para mí es como algo que soñaba y que bueno que llegó.
–¿Qué coges de tu etapa de gimnasta a la hora de interpretar algo encima de un escenario?
–Bueno, hay algo en común que es el directo. No hay parada y lo que ocurra, hay que arreglarlo. En el deporte ocurre igual y si va la trayectoria de la pelota equivocada, entonces haces las volteretas más amplias, más cortas y aquí pasa un poco lo mismo. A mí me gusta y me resulta incluso más cómodo, porque al estar el patio de butacas oscuro y no ver la cara de los jueces como veía como deportista o el público aplaudiendo y gritando en mitad de un lanzamiento, aquí la gente está escuchándote, entendiendo la función, viviendo la función y tiene para mí una connotación completamente distinta, incluso más romántica.
–¿Ha sido complicado el paso de ser gimnasta a actriz?
–Creo que ha sido más el paso de reconocimiento a mí misma, de aceptarme a mí como actriz. Porque te acabo de decir lo del cartel, me cuesta, tengo que hacer ese esfuerzo. Creo que estoy donde tengo que estar y que ofrezco a la función algo necesario, como lo somos todos, pero hubo un momento en el que yo sentía el prejuicio, un propio prejuicio. Entonces, creo que ahora ya estoy en otro momento.
–¿Cómo se plantea este año profesionalmente?
–Pues ahora mismo, con la función. Estoy centrada únicamente en esto, que me viene fenomenal. Estar con esto por las mañanas tranquila para venir a la función tranquila y estar conmigo y cuidarme.
–¿Está siendo un bálsamo?
–Sí para mí está siendo un poco terapéutico y también está siendo sanador, porque la función es sanadora en todos los sentidos. Habla desde el dolor del amor, pero por otro lado la gente dice que se va reviviendo momentos, porque todo el mundo se identifica en algún momento del personaje. Es una lectura bonita y sanadora del dolor. Y entonces creo que eso es algo que se lleva la gente del público.
–¿Cómo estás?
–Estoy bien, estoy agradecida. Tengo un equipo de compañeros maravilloso. Estoy rodeada de gente maravillosa. Creo que en los momentos difíciles surgen y ocurren cosas bellas en el dolor. Y creo que es en lo que me estoy fijando ahora. Que la vida te ofrece cosas y no te planteas y son las que más te enriquecen o las que más te hacen verle el sentido a todo y a la vida propia.
–La obra se llama Una historia de amor, ¿esto te ha servido para ver el amor de otra manera?
–Hay una frase de la función que dice Inés: «simplemente dejé de estar enamorada de ti». Es como la causa y luego pasa la función y te das cuenta de que esa es la consecuencia, que el motivo es otro. Y para mí esa lectura ha sido súper reveladora, porque entendemos que se acaba el amor como el motivo de un fin y no. Los motivos vienen antes y generan esta causa. Y para mí cobra un sentido la función tremenda en los teatros del Canal.
–¿Ha sido un poco terapéutica?
–Si es una función que ahora mismo, creo que todo el público que ha salido de aquí ha salido con una lectura diferente o más amplia de la que tenían de los momentos difíciles. Porque hay enfermedad, hay ruptura, hay segundas oportunidades, que las entendemos o las queremos de una forma y luego resulta que llegan de otra manera. Es muy sanadora la función.
–¿Esto te sirve para afrontar la vida de otra manera?
–La vida y la experiencia profesional que estoy viviendo, siempre. Yo estoy aprendiendo de todo lo que me ocurre. Yo lo que creo es que se amplía el campo visual cuando estás en una función como ésta, en un momento concreto como el mío propio. Amplias tu mente y ves las cosas con otra amplitud y con otra dimensión.
–¿Afrontar la vida con optimismo?
–Estoy feliz por la oportunidad porque estoy en un momento muy bueno profesional y vamos, que lo estaba deseando desde hace muchos años y estoy viviéndolo ahora y por eso estoy súper agradecida.
–¿Qué le deseo le pides a este año?
–Pues seguir, caminar y estar bien como estoy.