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¿Qué ha pasado con la casa en la que Lady Di vivió de niña?
La propiedad en la que Diana de Gales vivió sus primeros 14 años pasó a ser un hotel cuando la Familia Real británica se la donó a Leonard Cheshire
La activista y filántropa Diana de Gales, comúnmente conocida como Lady Di, dejó una huella imborrable en la historia de corona británica. Tanto que, 25 años después de su fallecimiento, sigue siendo un icono y un gran referente para muchos.
A día de hoy, son muchos los detalles que se conocen de la vida de la entonces princesa de Gales, pero pocos saben cómo era realmente su vida antes de empezar a formar parte de la Familia Real, aunque lo cierto es que, desde bien pequeña, estuvo ligada a ella, principalmente, por la casa en la que residía. La madre del duque de Cambridge y del duque de Sussex pasó su infancia en Park House, una casa diseñada en 1863 para el Rey Eduardo VII y ubicada en el interior del complejo de Sandringham, la famosa casa predilecta de Isabel II en la que suele pasar la Navidad con su familia y recibir a personas de su total confianza, que años después fue alquilada por los Spencer hasta que Diana cumplió los 14 años.
En la película Spencer, que narra la vida de Lady Di de principio a fin, se muestra esta casa como un lugar abandonado en el que la expareja del príncipe Carlos solía refugiarse durante sus momentos de crisis. Una prueba más de que la ficción dista mucho de la realidad, ya que, tal y como recoge el digital Quién, esta mansión no se encontraba en esas condiciones.
La citada publicación sostiene que Park House fue donada por la Familia Real a Leonard Cheshire, un benefactor de las causas en pro de las personas con discapacidades, que, al adquirirla, renovó y convirtió en un hotel de lujo para personas con algún tipo de discapacidad. Un hospedaje que, en su intento de preservar su nombre original y, con ello, su historia, bautizó como Park House Hotel.
Sin embargo, a pesar de las intenciones de Leonard de hacer crecer el hotel, tal y como reconocieron a finales de 2019, la pandemia impidió que el plan de renovación, que suponía un desembolso de 2,3 millones de libras, se llevara a cabo. Hubo, por tanto, un giro inesperado de los acontecimientos, a través del cual, todavía se sigue tratando de darle un futuro al que en su día fue el hogar de la princesa Diana y que parece que sigue albergando fotografías y objetos con los que se mantiene vivo el espíritu de los Spencer.
«Los recursos y la obtención de fondos han cambiado en respuesta a la pandemia. Por la incertidumbre que rodea al covid y el impacto a nuestro trabajo, se ha propuesto discontinuar la renovación», informan en la página web oficial del lugar.
Por el momento, poco se sabe del rumbo que tomará el hotel, aunque si bien es cierto que, según aseguran en la página, el equipo está trabajando de cerca con Sandringham Estate, propiedad de la Reina Isabel II, para sacarle rendimiento al que muchos podrían considerar el templo de la querida, admirada y recordada Lady Di.