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Los excluidos por Carlos III en su lista navideña de invitados a Sandringham
El Rey ha configurado su lista excluyendo a dos importantes miembros de su familia
Puede que el Príncipe Guillermo haya admitido que no está preparado para la Navidad este año, pero el Rey Carlos III, la Reina Camila y su equipo en Sandringham se sienten bastante más festivos. Al menos, así lo demuestra el monarca al confirmar que La Firma –como se conoce a su familia– espera una multitud de miembros de la realeza en torno a su mesa en el condado de Norfolk.
Además de miembros habituales como Kate Middleton, la Princesa de Gales, la Princesa Ana y los Príncipes George, Charlotte y Louis, un total de 45 amigos y familiares se dirigirán a la tradicional finca de Sandringham donde Isabel II pasaba las Navidades. «En realidad, el plan es que todos estén para una gran Navidad familiar muy especial. El Rey y la Reina quieren que sus seres queridos más cercanos los acompañen para celebrar», comenta una fuente cercana a Vanity Fair.
De esta forma, además de los mencionados, estarán la Princesa Ana con su marido Timothy Laurence, sus hijos Peter y Zara Tindall con su correspondiente descendencia. Tampoco faltarán los duques de Edimburgo con sus hijos, Lady Louise y James, los duques de York, junto a sus hijas, Eugenia y Beatriz, sus yernos y sus nietos. Sin olvidar también los hijos de Camila con Parker-Bowles, Tom y Laura, su hermana Annabel Elliot, la prima artista del Rey, Lady Sarah Chatto con su marido y David Armstrong-Jones. Las dos grandes ausencias, como no podía ser de otro modo, el Príncipe Harry y Meghan Markle, a los que Carlos III excluye de su lista de invitados.
Demostrando que son como una familia más, los Windsor siguen una serie de tradiciones año tras año que empieza por poner un árbol de Navidad, herencia de la Reina Carlota que data de 1800. Entonces, la soberana organizó una fiesta de Navidad para los niños de la corte, pero ante la falta de tejo, utilizó un pequeño árbol en una maceta de cuyas ramas colgaban dulces, almendras, frutas y juguetes.
Allí, también asisten a un servicio religioso el día de Navidad a poca distancia de Sandringham House, en la iglesia de Santa María Magdalena. Se cree que la Reina normalmente permanecía en Sandringham después de Navidad, hasta el aniversario del fallecimiento de su padre, el Rey Jorge VI, el 6 de febrero. El monarca murió cuando tenía 56 años en la finca real cuando la Reina tenía solo 25 años, aunque en ese momento se encontraba en una gira real en Kenia.
Conocida por su apego a costumbres específicas, sigue la tradición alemana de intercambiar regalos en la víspera de Navidad en lugar del día mismo. La elección de regalos más humorísticos que costosos también es parte de la tradición, como lo ilustra la anécdota de Kate Middleton regalando al Príncipe Harry un curioso «kit para hacer crecer tu propia novia». Este detalle divertido agrega un toque ligero y personal a las celebraciones.
Además siempre debe disfrutar del mismo menú durante la cena de Nochebuena, formado por ensalada de camarones o langosta, seguido de pavo asado y de pudin con mantequilla de brandy, o que el Rey brinde con el chef por la comida con un vaso de whisky y después de que este corte el pavo.