Gina Lollobrigida se presenta a las elecciones italianas
A sus 95 años de edad, la reconocida actriz ha decidido representar a un partido antisistema de ideología izquierdista
Las elecciones generales de Italia están a la vuelta de la esquina. Será el próximo 25 de septiembre cuando todos los ciudadanos italianos salgan a las calles para votar a aquel partido político hacia el que sienten mayor afinidad. Entre los candidatos de este año se encuentra una cara más que conocida y ya no solo a nivel nacional, sino también internacional.
La actriz italiana Gina Lollobrigida ha tomado una importante decisión en lo que a su vida profesional se refiere. A sus 95 años de edad, la intérprete de Cuando llegue septiembre se ha animado a volver a probar suerte en la política presentándose como candidata al Senado en las próximas elecciones generales del país transalpino.
Tal y como ella misma ha explicado al diario Il Corriere della Sera, el motivo que le ha llevado a adentrarse nuevamente en el sector no ha sido otro que lo harta y cansada que se siente de ver cómo «los políticos discuten entre ellos sin llegar nunca a ningún lado». Además, ha prometido que si sale elegida, luchará «para que el pueblo decida, desde la sanidad hasta la justicia».
Para ella, su país natal lo es todo y es por ello por lo que, pese a su avanzada edad, ha querido postularse como candidata al Senado para dar un toque de aire fresco e intentar poner orden en la nación: «Mientras tenga energía, la utilizo para cosas importantes, especialmente para mi país», ha asegurado.
En su caso, ha fichado por una lista bautizada como Italia Soberana y Popular, la cual reúne a varios partidos políticos como el Partido Comunista, Acción Civil o Patria Socialista. Está liderada por Marco Rizzo, secretario del Partido Comunista, y Antonio Ingroia, antiguo juez y abogado que representa a la estrella de cine en la causa que la enfrenta a su único hijo, Milko Skofic, y a su nieto Dimitri por la gestión de su fortuna y al que señalan como el único responsable de que Gina haya querido participar en este proyecto político.
Él, precisamente, ha opinado sobre esta inesperada decisión de la actriz: «Esta candidatura no debe parecer anómala porque Lollobrigida está perfectamente lúcida. En su lucidez siempre ha sido una embajadora de Italia en el mundo, de la paz. Y puesto que nosotros, como Italia Soberana Popular, tenemos nuestro propio programa político destinado a reafirmar la soberanía nacional, creemos que ella puede representar bien esta imagen de una Italia que quiere volver a estar encima del resto, soberana y no sometida», ha confesado a medios locales.
Sin embargo, dado que se trata de un partido nuevo y formado por pequeños partidos, las probabilidades de que Lollobrigida sea elegida como senadora son ínfimas. Para ello, será necesario que la alianza congregue el 3% de los votos.
Esta no es la primera aventura política de la actriz de ideología antisistema, comunista y euroescéptica. Después de retirarse del cine en 1997, la intérprete decidió presentarse a las elecciones Europeas de 1999 de la mano de los demócratas, aunque sin éxito, ya que no consiguió reunir los votos suficientes como para poder representar a Italia en el Parlamento Europeo. No obstante, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.