El Rey Felipe VI visita Jaca para despedir a Eduardo Roldán
La Familia Real ha querido mandar, además, tres coronas de flores
La presencia de amigos y familiares que la tarde del sábado se congregaban para dar el último adiós a Eduardo Roldán se ha visto completada con la también asistencia del Rey Felipe VI. El monarca se acerdó al tanatorio El Pilar de Jaca para despedir al que era un gran amigo de la Familia Real, en especial de su padre, el Rey Juan Carlos I.
Su fallecimiento el viernes por la tarde en Pamplona entristecía a todos aquellos que, como él, amaban Candanchú, estación de esquí de la que fue director y gerente desde principio de los años 70 hasta que se vendió a los actuales accionistas, en el año 2015.
El deportista fue ingresado este verano en la Clínica Universitaria de Pamplona a causa de unos problemas de cadera, derivados, a su vez, de una enfermedad degenerativa. Tras semanas de lucha, Roldán, finalmente, no ha podido superar las diversas complicaciones que luego se han ido presentando.
Natural de San Sebastián, Eduardo Roldán llegó al Pirineo aragonés a finales de los años 60, procurando siempre el desarrollo de los deportes de nieve en Aragón y en España, e incluyendo entre sus alumnos a varios miembros de la Familia Real. Junto al Rey JuanCarlos I se deslizó por las pistas en numerosas ocasiones, algo que también llevó a cabo, después, con su el Rey Felipe VI y, más tarde, con la Reina Letizia, a quien inició en este deporte.
Su funeral se celebrará hoy domingo por la tarde, a las 17:00, en la Catedral de Jaca. Después se le incinerará en el tanatorio Santa Orosia de Sabiñánigo. La Familia Real ha enviado al tanatorio tres coronas de flores: una en nombre del Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía, otra de los Reyes Felipe VI y Letizia y una tercera de las infantas y sus familiares, aunque lo que más ha conmovido a sus familiares ha sido el desplazamiento expreso del monarca para vivir con ellos estos duros momentos.