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El Rey Carlos III durante una recepción en Buckingham

El Rey Carlos III durante una recepción en BuckinghamGTRES

Operación Golden Orb: todos los detalles sobre la coronación de Carlos III

La coronación del Rey Carlos III seguirá las líneas de su plan de modernizar la corona británica. La ceremonia durará poco más de una hora, ya que al reducir los rituales que se llevarán a cabo será mucho más breve que la de la Reina Isabel II. El objetivo del nuevo Rey de Inglaterra es demostrar que apuesta por una monarquía más moderna y sencilla que la de su madre, una buena manera de adaptarse a la nueva era. The Mail on Sunday ha revelado nuevos datos sobre la coronación de Carlos III, cuyo nombre en clave es ‘Operación Golden Orb’. Entre las peticiones del nuevo monarca se encuentra la de acortar el evento de tres a una hora o menos, y la reducción también del número de invitados a la ceremonia, que pasado de 8.000 a 2.000 personas.

El Rey Carlos III y su mujer Camila de Cornualles, la que será reina consorte

El Rey Carlos III y su mujer Camila de Cornualles, la que será reina consorteGTRES

El código de vestimenta será menos formal, en lugar de túnicas ceremoniales habrá trajes de salón. Uno de los momentos eliminados de la coronación será la presentación de lingotes de oro al nuevo Rey, mientras se mantendrán algunos rituales como la unción del monarca, quien jurará ser el «defensor de la fe». También se espera que las tradicionales sillas de terciopelo hechas exclusivamente para la coronación de Isabel II, sean sustituidas por asientos estándar. El teniente coronel Anthony Mather, que inició el plan para la coronación del Rey Carlos III, explicaba así la vestimenta que veremos ese día: «No hay túnicas de Coronación, que pertenecen a museo. Tampoco será una chaqueta de tweed y un par de jeans, sino un traje de mañana o un traje de salón».

La reina Isabel II de Gran Bretaña, sentada en el trono, recibe la lealtad del arzobispo de Canterbury, en el centro de espaldas a la cámara, el obispo de Durham, a la izquierda y el obispo de Bath y Wells, durante su coronación en la Abadía de Westminster

La reina Isabel II de Gran Bretaña, sentada en el trono, recibe la lealtad del arzobispo de Canterbury, durante su coronación en la Abadía de WestminsterGTRES

Sin duda, el contraste entre la coronación de la Reina Isabel II y su hijo va a ser enorme. El 2 de junio de 1953 tuvo lugar la coronación de la fallecida monarca, y cerca de 750 periodistas cubrieron el evento en 39 lenguas distintas. Isabel II llegó a la Abadía de Westminster en el carruaje de la Familia Real inglesa, y lo hizo con un vestido con los emblemas forales de los países de la Commonwealth y el Manto de Estado bordados en él, la capa de terciopelo y armiño. Tras la plegaria, la Reina recibió una Biblia, una patena y un cáliz, además de los símbolos del poder real: la corona de San Eduardo, las espadas y cetros ceremoniales y el orbe real.

Una vez terminada la ceremonia, comenzaba la procesión de regreso al Palacio de Buckingham con 30.000 personas en la comitiva, que se extendía más de 3 kilómetros y tardaba 45 minutos en pasar. Al llegar al palacio, como marca la tradición, la nueva reina y su consorte salieron al balcón a saludar a la multitud, que gritaban incansables: «¡Larga vida a la Reina Isabel!». Parece que el deseo de los ingleses se cumplió, ya que ocupó el trono durante siete décadas, convirtiéndose en la monarca más longeva de la historia de Reino Unido. Este protocolo será mucho más sencillo e informar en la próxima coronación de su hijo Carlos.

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